Aumentan los casos de maltrato a menores de 6 años
Los expertos inciden en la importancia de trabajar con las familias a través de programas de formación para la resolución de conflictos
Apenas uno de cada diez casos de maltrato infantil llega a conocerse. La mayoría de los que salen a la luz son comunicados por los servicios sociales y afectan a jóvenes de entre 11 y 17 años. Pero los últimos datos muestran un aumento de la violencia ejercida hacia los más pequeños: 2.868 menores de 3 años y 2.040 de entre 4 a 6 años la sufrieron en 2020.
En España, se registraron 15.688 notificaciones de maltrato infantil, de las que casi la mitad —el 48,7 %— fueron casos «graves», según refleja el último Boletín de Medidas de Protección a la Infancia del Ministerio de Derechos Sociales, elaborado con los datos de sospechas comunicadas por las comunidades autónomas.
En el primer año de pandemia aumentaron sobre todo las comunicaciones de situaciones de maltrato vinculadas a niños de menos de 6 años, que pasaron de 4.217 en 2019 a 4.918. Son casos notificados, además de por los servicios sociales, por las Fuerzas de Seguridad, los sanitarios o los colegios.
En la conmemoración hoy del Día Internacional para la Lucha contra el Maltrato Infantil, los expertos inciden en la importancia de trabajar con las familias con programas de formación para la resolución de conflictos, apoyo a la crianza o de acompañamiento por parte de Servicios Sociales en casos de situaciones de riesgo, tal y como establece la ley de protección a la infancia aprobada en junio de 2021.
La Ley
«Hay que poner ya en práctica la ley si queremos acabar con el maltrato infantil y apoyar un estilo de crianza respetuoso con el desarrollo de los más pequeños; tiene las claves para aplicar el buen trato, que significa educar con afectos, ser firme y poner límites pero sin gritar, amenazar o castigar, y sobre todo no tolerar el uso de la violencia», explica a Efe Cristina Sanjuán, de Save the Children.
La experta recuerda que una encuesta realizada a familias durante la pandemia mostró una prevalencia mayor a perder los nervios y más situaciones de riesgo en muchos hogares donde habían aumentado las preocupaciones: Uno de cada cuatro progenitores manifestó haberlos perdido en alguna ocasión, llegando a gritar o insultar al menor, indica. «Es necesario proporcionar a los padres herramientas de buen trato desde que nacen los niños, para que ejerzan una crianza de forma positiva; hay que dar mucha formación, para evitar casos como el síndrome del niño zarandeado en el que los padres no suelen conocer las consecuencias de ello», explica.
Considera que ese aumento en la notificación de los casos también puede atribuirse a una mayor sensibilización entre los profesionales en contacto con los menores y de la sociedad en general, que ha permitido aflorar un maltrato familiar «que puede durar mucho tiempo y sobre el que pesa la ley del silencio, porque el agresor es el padre, madre o un cuidador».
«La notificación no presenta la totalidad del problema sino una pequeña parte», insiste la experta, y reclama que se pongan en marcha campañas de sensibilización para que todo el mundo sea consciente de que la ley incluye el deber de comunicar a las autoridades cualquier sospecha.