«Es mágico volver a ver el paisaje en tres dimensiones»
Vuelo adaptado para personas con discapacidad con la participación de 27 usuarios del CRE de San Andrés del Rabanedo. La actividad vuelve a la Academia Básica del Aire después del parón de dos años de pandemia.
Rubén Fernández López tiene 39 años. A los 21 sufrió un accidente de tráfico. La gravilla del suelo hizo derrapar el coche en el que viajaba con otros tres miembros de su familia. El conductor murió y él estuvo dos meses y medio en coma. Cuando despertó no podía hablar ni moverse. Desde entonces está en una silla de ruedas. Vive en el Centro de Referencia Estatal de Discapacidad y Dependencia (CRE) de San Andrés. Le acaban de renovar la estancia por otros 18 meses y ayer aguardaba su turno para subir a una de las dos avionetas que la asociación Cielos de León desplaza a la base militar para participar en la que ya es la quinta jornada de vuelo adaptado para personas con discapacidad. «Está bien, dentro de lo malo que es la situación en la que estamos, esta experiencia se agradece. Ya lo probé en 2019 y me gustó, es muy agradable».
Después de dos años del parón de la actividad por la pandemia, la Academia Básica del Aire recupera una de sus primeras actividades institucionales que organizada por el Gobierno de España a través del CRE de San Andrés.
En la jornada participaron ayer 27 personas. Al acto asistieron la delegada del Gobierno de Castilla y León, Virginia Barcones, el subdelegado del Gobierno de León, Faustino Sánchez, la alcaldesa de San Andrés del Rabanedo, Camino Cabañas, la directora gerente del CRE, María Teresa Gutiérrez, el coronel director de la Academia Básica el Aire, Juan Antonio Ballestas, el director del aeropuerto internacional de León, Ángel Rubal, el presidente de la Fundación ‘Cielos de León’ Vicente Cordier, y la presidenta d la Fundación ‘Sillas Voladoras’, Elisabeth Heilmeyer. Toda una comitiva institucional para acompañar a los usuarios que, durante quince minutos, se libran de la presión de la silla de ruedas para dejar la tierra y volar sin ataduras en los pies.
«Cuando estás arriba con ellos es impresionante ver sus reacciones. Algunos gritan, otros lloran, no se asustan y el nivel emotivo está muy acentuado. Están todo el año en una silla de ruedas, pero esta experiencia en tres dimensiones es algo mágico para ellos». El presidente de la asociación Cielos de León, Vicente Cordier, es uno de los cuatro pilotos que acompañan en sus vuelos a los usuarios del CRE de San Andrés del Rabanedo. La asociación pone a disposición de la actividad dos avionetas que sobrevuelan León durante un cuarto de hora con cada usuario, en un circuito de tráfico controlado.
Purificación Cano, de 62 años, sube al cielo por segunda vez. «Tengo esclerosis múltiple y me rompí la cadera, Vivo en el CRE y esta experiencia es fantástica, muy buena, no se siente miedo».
Raúl Barrera, de 17 años, lo recomienda «encarecidamente» porque es «una experiencia inolvidable. Es brutal ver León desde el aire». Raúl vive en el CRE «porque quiero ser independiente» y superar las limitaciones físicas de la parálisis cerebral que sufre de nacimiento.
A Héctor Melcón Fernández le parece una actividad «entretenida, algo distinto. Está muy bien porque desde arriba todo se ve muy pequeño». Para Héctor es la primera vez. Entró en el CRE el abril del año pasado tras sufrir un ictus.
La presidenta de la asociación ‘Sillas Voladoras’, Elisabeth Heilmeyer, asiste cada año a esta actividad. Piloto de avión, un accidente la dejó postrada en una silla de ruedas. «Pueden ver en mí un ejemplo. Antes del accidente para mí volar tenía un sentido lúdico y ahora 100% terapéutico. Cuando subes arriba te olvidas de todos los problemas y ves la vida con más alegría».
Elisabeth Heilmeyer fue la primera persona con discapacidad que consiguió recuperar la licencia de vuelo. «Me llamaban loca e irresponsable, pero después de siete años de lucha el Tribunal Supremo me lo reconoció».
La delegada del Gobierno, Virginia Barcones, destacó el compromiso del Gobierno con la promoción y la autonomía personal de las personas con discapacidad y recordó la apuesta por el empleo del ejecutivo central con el proyecto piloto en el que participarán 14 comunidades, entre ellas Castilla y León, y que espera que cree 1.200 puestos de trabajo. «Pediremos a la Junta que trabaje también para que las personas con discapacidad encuentren oportunidades en esta tierra».
Para el coronel director de la Academia Básica del Aire, Juan Antonio Ballesta, «es un paso muy importante para la vuelta a la normalidad institucional. Supone volver a ofrecer todas nuestras posibilidades del CRE porque tenemos los medios necesarios para hacer cumplir un sueño. Los usuarios pueden disfrutar con los aviones. En esta jornada hemos preparado todo para que coman aquí y puedan ver en el hangar otros aviones».
Como muestra, tanto la delegada del Gobierno como el subdelegado del Gobierno en León se subieron a un avión C-101 de la Academia General del Aire de San Javier (Murcia) y Salamanca, utilizado por la Patrulla Águila. «Aquí tenemos cinco aviones para la instrucción de los alumnos especializados en mecánica, electrónica y armeros. No vuelan, son sólo para instrucción», explica Antonio Ballesta.