Adopta o compra siempre con responsabilidad
Cada año se abandonan en España unos 280.000 perros y gatos que esperan una nueva oportunidad
Antes de hacerse con una mascota hay que visitar las distintas protectoras que recogen animales abandonados. JESÚS F. SALVADORES
Las cifras del abandono de mascotas al año ponen los pelos de punta. Alrededor de 280.000 perros y gatos fueron abandonados o se perdieron en 2020 en España, un descenso del 6,6% respecto a 2019, según las estimaciones elaboradas por la Fundación Affinity a partir de los animales recuperados por sociedades protectoras, ayuntamientos y consejos comarcales de España.
Antes de plantearse incorporar a nuestras vidas una mascota lo más apropiado es visitar las distintas protectoras de animales que hay en la provincia de León, donde se recogen todos aquellos animales y gatos que son abandonados, lo que por otra parte, es un delito tipificado por la ley.
Si se opta por la compra, lo aconsejable es acudir a criadores oficiales. Actualmente, según datos del Servicio de Agricultura y Ganadería de la delegación territorial de la Junta en León son 14 los criadores inscritos como núcleo zoológico en la provincia, lo que les autoriza a la cría y venta de animales.
Si lo que se busca es un tipo de perro en concreto hay que ponerse en contacto con criadores especializados, que se encargan de preservar y cuidar estas razas, muchas de ellas históricas y muy arraigadas a los territorios, con responsabilidad y que además ofrecen todas las garantías sanitarias exigidas por la ley.
Según la Ley 5/1997, de 24 de abril, de protección de los animales de compañía, los establecimientos de venta de animales de compañía deberán entregar los animales con las debidas garantías sanitarias, libres de toda enfermedad, y acreditarlo mediante certificado oficial veterinario. Ello no eximirá al vendedor de responsabilidad ante enfermedades en incubación no detectadas en el momento de la venta. A estos efectos se establece un plazo de garantía mínima de catorce días por si hubiera lesiones ocultas o enfermedades en incubación.
Del mismo modo, la ley prohíbe la cría y comercialización de los animales sin las licencias y permisos correspondientes, y también su venta ambulante fuera de los mercados o ferias debidamente legalizados para esta actividad.