«El maltrato a la mujer no nace ahora como las setas, viene de muy atrás»
El caso de Antonia Cid es una excepción en la historia. Al menos la que ha trascendido hasta la fecha a partir del hallazgo casual de una sentencia en la que se condenaba a su marido, a cinco días de arresto, por una paliza que dio a su esposa.
Que los malos tratos no sólo formaban parte del día de las mujeres, sino que además eran tolerados, lo muestran las hemerotecas. Hace cien años, el Diario de León publicaba una breve nota en la que una mujer que abandonó su casa porque su marido le pegaba fue puesta a disposición de la autoridad por esta causa.
No sólo no se detenía al marido, sino que la mujer se convertía en ‘delincuente’ por abandonar el hogar. Julen Ugidos, que ha tenido contacto con víctimas de violencia de género en algunos ámbitos de su profesión como psicólogo especialista en intervención psicosocial, espera que la reconstrucción de la vida de Antonia Cid y la sentencia pionera de violencia de género que propició su denuncia en las postrimerías del siglo XIX sirva «para recordar que el maltrato no nace ahora como las setas, sino que viene de muy atrás» y «formaba parte del matrimonio».
También quiere hacer reconocimiento a mujeres que como Antonia, al alzar la voz y no callarse, aunque haya sido desde el anonimato, «han contribuido a que hoy tengamos unas leyes» que reconocen la violencia hacia las mujeres como una lacra y la castigan. «A lo largo de la historia ha habido muchas luchadoras ahogadas en el silencio, como Antonia», incide.
Una violencia estructural que, en palabras del autor de Ahogada en el silencio. Una biografía de Antonia Cid , se mantiene porque «seguimos mirando con los ojos de un sistema patriarcal».
Algunas mujeres como Antonia, una humilde ciudadana, alzaron la voz para pedir justicia para sí mismas. Otras como la escritora Emilia Pardo Bazán, coetánea de Antonia, lo pusieron negro sobre blanco en sus relatos. La gallega que no pudo entrar en la Real Academia de la Lengua por ser mujer dedicó al maltrato a la mujer una serie de relatos recientemente publicados bajo el título El encaje roto . Las hemerotecas han dejado constancia de esta violencia en notas aisladas, cargadas de morbo en ‘crímenes pasionales’, como se llamaba a lo que hoy se consideran feminicidios y asesinatos machistas. Los «mal llamados crímenes pasionales» como apuntaba en el Diario de León un cronista en los primeros años del siglo XX.
Desde 2003, se han registrado en España 1.152 asesinatos machistas confirmados, 1.153 si se confirma el de una mujer de 53 años en Sevilla ocurrido a última hora de ayer.