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Deberes en las instituciones

La juventud alza la voz en León por una Europa verde y solidaria

¿Qué Europa quiere la juventud? A esa pregunta responden medio centenar de jóvenes procedentes de distintos países reunidos ayer León en unas jornadas organizadas por la Asociación Auryn.

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León

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Solidaria con las personas refugiadas e inmigrantes , que luche contra el avance de la extrema derecha —a la que consideran una «amenaza» para Europa— unida, que promocione el empleo juvenil , que proteja la libertad de las personas y el medio ambiente, que financie proyectos colaborativos y la movilidad entre jóvenes de distintos países, tierra de igualdad de oportunidades , acogedora, que fomente la democracia y la inclusión social, pacífica, unida. verde, respetuosa, sostenible y respetuosa con los derechos humanos, que cuide la salud de sus habitantes y que promuevan la creatividad y el arte.

La juventud europea pone deberes a las instituciones y aprovechan su año, el conmemorativo de la juventud, para alzar la voz y exigir que se les escuche y se les tenga en cuenta para diseñar la Europa no ya del futuro, sino del presente, la que necesita busca nuevas estrategias.

Medio centenar de jóvenes procedentes de Italia, Grecia, Macedonia del Norte, Portugal, Bulgaria, Turquía, Alemania y Francia reunidos en León en un encuentro organizado por la Asociación Auryn , elevan sus propuestas consensuadas en diferentes idiomas, con distintas culturas y procedencias. En todas las estrategias propuestas desde León coinciden los principios básicos de igualdad de oportunidades, cuidado medioambiental, derechos humanos y salud .

En la actividad European Youth Even t celebrado en Espacio Vías se habló alto y claro en diferentes idiomas, pero hubo consenso en lo fundamental. «Europa tiene que escuchar a la juventud, que quiere ser partícipe de la construcción del futuro del que quieren formar parte. «El año Europeo pone, por fin, el foco en la juventud. Nuestra reivindicación es que no se nos escuche sólo un año, sino que sea una década, a largo plazo. Todas las problemáticas son comunes en todos los territorios y por eso este año es importante, porque se escucha al colectivo de jóvenes y no es el colectivo de mayores, por decirlo de alguna manera, el que toma decisiones sin contar con nosotros». La presidenta del Consejo de la Juventud de Castilla y León, Sandra Ámez, destacó el papel del consejo en Europa para canalizar a los organismos internacionales todas las propuestas de la juventud de los distintos países. «Aunque pueda parecer que no nos escuchan, las reivindicaciones llegan».

Loubna Ainai es marroquí, tiene 21 años y forma parte del programa Cuerpo Europeo de Solidaridad, del que forman parte jóvenes que tienen entre los 18 y los 30 años. En León trabajó en talleres con madres y cursos y apoyo a menores en riesgo de exclusión. Siente «pena total» por las diferencias de oportunidades de los jóvenes de los distintos continentes. «Marruecos debería adoptar este proyecto europeo porque hay gente en el país muy preparada, que habla varios idiomas, y que no pueden desarrollar todo su potencial porque no pueden salir no sólo del país sino del continente. Es una pena. Hay que intentar establecer vínculos para que tengan oportunidades».

Desde Alemania

Anas Khalil es sirio, vive en Alemania y colabora con la Asociación Amaro. «Participo en diferentes proyectos informáticos y televisuales. Soy trabajador social. En Alemania hay trabajo para la gente joven y estos programas son muy motivadores».

Tomas Berger tiene 43 años y es portugués. «Hace dos años abrí una asociación para trabajar con los jóvenes del país, con los locales y los inmigrantes de Brasil y África. Trabajamos en proyectos de ecología y comunicación . El problema que tenemos es que el trabajo que se ofrece en Portugal no es cualificado y los jóvenes que estudian no los quieren porque son precarios. En Portugal hay un problema importante en el sector de la hostelería y la restauración porque no encuentran a personas para trabajar en este sector». El problema de Portugal coincide con el que tiene ahora mismo España. «Los jóvenes no quieren trabajos precarios».

Una oportunidad de trabajo y de colaboración son los proyectos de ciudadanía activa y voluntariado. «Los jóvenes rechazan estos proyectos porque piensan que es un trabajo gratis y no ven en ellos una oportunidad de futuro, pero no es así». Darío Sett tiene 32 años y llega a León procedente de Italia con la Asociación Link. «Es importante que todos los jóvenes tengan la experiencia de salir y los gobiernos tienen que darles la oportunidad de volver a sus países. En Europa hay muchos momentos para salir y oportunidades para volver a casa». La Asociación Auryn de León ofrece esas oportunidades a los jóvenes con los que trabaja.

El coordinador del Área de Proyectos, Raúl Fuente , destaca que los grupos de León trabajan en temáticas de interculturalidad, emprendimiento, derechos humanos, multilingüismo «y, sobre todo, oportunidades de inclusión social. Muchos de los jóvenes con los que trabajamos no tendrían oportunidades». En el programa que reunió ayer en León a jóvenes de diferentes países, colaboraron diez personas, más el voluntariado de la asociación. Los dos proyectos europeos en los que participan son Erasmus +, destinado formación de adultos y familiares; y el Cuerpo Europeo de Solidaridad, que ofrece oportunidades de voluntariado.

Gracias a estas iniciativas, 15 jóvenes de León participaron durante varios meses en proyectos sociales en el extranjero. Los programas están financiados por la Unión Europea y están gestionados por el Instituto de la Juventud a través de las comunidades autónomas. «Oportunidades para que los jóvenes de Europa y fuera de Europa puedan venir y de que los de aquí puedan viajar a otros países. La idea es que la gente aprenda a convivir en paz y romper los tópicos».

Gracias a estos programas, la leonesa Camino Fernández Viejo , de 22 años, viajó a Italia. «Estuve con la Asociación Link, que tiene una biblioteca con jardín comunitario para fomentar la lectura entre los niños y niñas. Aprendí mucho, idiomas y a tratar con los niños, entre otras cosas. Es muy importante que ja juventud pueda dedicarse a lo que quiera. El momento siempre es positivo. Europa debería estar abierta a recibir a quien lo necesita, igual que lo fuimos nosotros cuando tuvimos que emigrar. Creo que hay espacio para todos. Lo de la regularización de la inmigración es difícil porque los únicos que tienen la posibilidad de venir con papeles son los que tienen dinero».

La Asociación Auryn promueve desde el año 2001 la inclusión social , la ciudadanía activa, la igualdad de oportunidades, los valores europeos y la participación activa de la sociedad leonesa, con especial atención del colectivo infantil y juvenil con más riesgo de exclusión. Los programas que desarrolla están enmarcados en la Unión Europeo destinados a la juventud, la educación de las personas adultas en desventaja social y la promoción del aprendizaje y la movilidad para favorecer la inclusión social.

A la espera

Allen Umer tiene 27 años. Es de Macedonia del Norte, país que ha solicitado su ingreso en la Unión Europea. «Estamos a la espera. Para nosotros Europa es una oportunidad para trabajar porque los jóvenes emigran a Alemania, Bélgica y Suiza. Emigran porque los salarios son bajos y sólo se puede sobrevivir, no crecer».

Aya Aouichaoui es tunecina pero participa en la jornada como representante de Italia. «Europa necesita paz, más conexión y oportunidades para las personas migrantes y refugiadas. En Europa hay oportunidades que no tienen los jóvenes en África y es un sueño para ellos poder desarrollar un proyecto de futuro para crecer profesional y culturalmente. En EE UU no existe ese mismo sentimiento de paz y no ofrece las mismas posibilidades que Europa».

En la jornada intervino vía online el subdirector general de Cooperación Interior y Exterior en Instituto de la Juventud, David Lafuente , y asistieron presencialmente la directora general del Instituto de la Juventud de Castilla y León, Estela López, la concejala de Bienestar Social y Juventud del Ayuntamiento de León, Vera López, y Sandra Ámez, presidenta del Conejo de la Juventud de Castilla y León.