Diario de León

Una docena de mujeres al año adoptan embriones en León para ser madres

El 3% de las técnicas de fecundación en León se realizan tras la adopción de embriones donados por otras parejas. Los datos del Centro Ginecológico de la HM San Francisco reflejan un auge de este procedimiento que contempla la Ley de Reproducción Asistida, y que hasta hace dos años apenas era solicitado por las mujeres solas o las parejas.

Conservación de ovocitos y espermatozoides para su donación. MIGUEL LORENZO

Conservación de ovocitos y espermatozoides para su donación. MIGUEL LORENZO

León

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Mónica (nombre ficticio para preservar la identidad de la madre) está embarazada de cinco meses. Su hija nacerá tras la implantación de un embrión congelado de otra pareja que lo ha donado de forma anónima. Ni Mónica sabe la procedencia biológica del embrión ni la pareja donante conoce la identidad de la madre receptora. Mónica es una de las doce mujeres que opta por esta técnica de reproducción asistida, un método que recoge la Ley de Reproducción Asistida de 2006 pero que hasta ahora casi nadie había utilizado.

Sin embargo, desde hace dos años gana terreno entre las técnicas de reproducción asistida tradicionales. «La maternidad se retrasa cada vez más, lo que dificulta el embarazo porque los ovocitos son de mala calidad y también aumenta esta técnica porque cada vez hay más mujeres que deciden ser madres en solitario», explica el ginecólogo Florentino Garrido, responsable del Centro Ginecológico HM San Francisco.

Mónica optó por esta técnica «porque queríamos evitar que nuestro hijo pudiera nacer con alguna enfermedad, dado el pasado de mi marido». Una decisión «personal» que tomó tras intentar quedarse embarazada en la sanidad pública. «Lo intenté hace cinco años en Valladolid, pero después de todo el tratamiento sólo consiguieron un óvulo, y se necesitan al menos tres, por lo que no se pudo hacer.

Después lo fuimos dejando, llegó la pandemia y todo se retrasó». Ahora Mónica tiene 41 años y su pareja 48. «Empezamos en diciembre en el Centro Ginecológico de la Clínica San Francisco. Pensamos en la posibilidad de una donación de óvulos y el espematozoide de mi pareja, pero tampoco era de buena calidad y podía afectar al embrión». Entonces, los especialistas de la clínica le hablaron primera vez la opción de adoptar un embrión.

El Grupo de Ética y Buena Práctica de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF) elaboró en el año 2021 una encuesta dirigida a todos los centros de reproducción asistida, públicos y privados, que hay en España para conocer qué número de embriones congelados tenía cada centro destinados a cada una de las posibilidades que permite la ley, como son el uso propio para los pacientes, donación a otras mujeres o parejas con intención reproductiva, destrucción e investigación.

«Y también embriones ‘abandonados’, es decir, embriones que no cumplen los requisitos de donación para los que fueron creados y cuyos dueños han dejado de pagar su mantenimiento o están ilocalizables por las clínicas», explica Florentino Garrido, ginecólogo, experto en fertilidad y responsable del Centro Ginecológico de la Clínica San Francisco.

De los 244 bancos que hay en España contestaron a la encuesta 71, el 29%, entre los que estaba el Centro Ginecológico de León. Los resultados obtenidos son extrapolables a la realidad española porque entre los que contestaron a la encuesta estaban los principales centros y más grandes. Las conclusiones de ese estudio evidenciaron que en el año 2019 había en España 668.820 embriones almacenados. «La encuesta ‘localizó’ a 376.445 embriones.

De ellos, el 46% están destinados a uso propio en el futuro por las parejas que los generaron, lo que en cifras absolutas suponen 173.010 embriones. Casi el 18% han sido donados por las parejas para la investigación, lo que supone 65.456, aunque la gran mayoría no tiene asignado ningún proyecto concreto. En otro 18% de los embriones (66.968) el destino sería la destrucción, según los consentimientos informados y firmados por las parejas una vez cumplida la idea de familia, por lo que sólo el 5% ha sido donado con intención reproductiva a otras parejas o mujeres solas, lo que representa una cifra total de 19.303.

«Pero la gran mayoría —14.009— no cumplen los requisitos necesarios, que son que la edad de la mujer donante tenga menos de 35 años en el momento de realizar su tratamiento, por lo que finalmente, el 12% de los embriones no tienen destino, ni siquiera el de la destrucción. Han sido ‘abandonados’ por parejas o mujeres que están ilocalizables para los centros o han dejado de pagar su mantenimiento pero nunca expresaron o firmaron la destrucción de los embriones sobrantes y, por tanto, las clínicas no se atreven a eliminarlos. Son 46.046».

El proceso
Las indicaciones para la adopción de embriones son la edad de la mujer o la maternidad en solitario

Florentino Garrido observa que hay poca donación a otras parejas y, además, la mayoría no cumple los requisitos necesarios. «Con la suma de los 46.046 embriones sin destino y los 14.009 sin posibilidad de donación, los embriones ‘abandonados en España ascienden a 60.005».

El 3% de los tratamientos realizados en el Centro Ginecológico de la Clínica San Francisco de León , aproximadamente una docena al año en los últimos dos años, se realizan con embriones donados por otras parejas o mujeres. «Todos los embriones donados en nuestra clínica son utilizados para nuestras pacientes en nuestras instalaciones».

Florentino Garrido, responsable del Centro Ginecológico. MIGUEL F. B.

Florentino Garrido, responsable del Centro Ginecológico. MIGUEL F. B.

Potencial biológico

La Ley 14/2006 de Reproducción Asistida establece las condiciones para una recepción de ovocitos donados. «Los embriones han tenido que ser congelados antes de que la progenitora de los mismos haya cumplido 35 años, o en el caso del varón, 50. Es totalmente anónima y altruista. La mayoría de los embriones donados tienen hermanos nacidos, con lo que se puede garantizar su potencial biológico, y muchos proceden de ciclos de doble donación». Este es el caso de Mónica, que ahora cumple su quinto mes de embarazo. «Adoptamos dos embriones y me implantaron los dos, sólo salió adelante uno, pero no me hubiera importado tener dos. Estamos muy contentos. Mi hija es muy deseada y doy gracias a los especialistas del Centro Ginecológico de León porque me han conseguido que me quede embarazada a la primera. Puedes elegir si adoptas un embrión o dos. Nosotros no dudamos en elegir dos para aumentar las posibilidades. Llegó un momento en el que mi cuerpo quería ser madre. Hemos adoptado un embrión, pero los padres vamos a ser nosotros, yo la noto crecer y va a ser mi hija igual que si el óvulo y el espermatozoide fueran nuestros. Si me va bien, aunque todavía es muy pronto para decirlo, no descarto recurrir a este sistema para tener más hijos. Toda mi familia lo sabe».

El tratamiento completo le ha costado a Mónica y su pareja alrededor de 3.000 euros, al ser doble donación (óvulo y esperma). «No me parece mucho dinero. Estoy muy contenta. Yo trabajo y soy autónoma. Ninguno de los dos tenemos sueldos muy altos y a pesar de eso tenía pensado seguir hasta que me quedara embarazada. Me quedé a la primera».

La Ley de Reproducción Asistida establece que la mujer tiene que ser mayor de edad y prestar su consentimiento escrito a su utilización de manera libre, consciente y expresa. «La mujer podrá ser usuaria o receptora de las técnicas reguladas en esta Ley, con independencia de su estado civil y orientación sexual. Por ley, debemos renovar el consentimiento de las pacientes y/o parejas sobre el destino de los embriones vitrificados cada dos años, y la disponibilidad depende de la decisión de las parejas cuando llega este momento de la renovación», explica Garrido.

La adopción la consiente la pareja y la propone el ginecólogo a la mujer o pareja candidata en función de su historia clínica.

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