De la reforma de Victoria Kent al garrote vil para presos políticos
El contraste entre las mejoras que vivieron las cárceles en la II República, en la etapa de Victoria Kent como directora general de Prisiones, y las condiciones deshumanizantes de las prisiones franquistas fue abordado por el profesor de Historia Contemporánea de la ULE Javier Revilla Casado.
Durante la dictadura se restauró la pena de muerte por garrote vil «no solo a presos comunes; el último ejecutado así fue en 1963, pero antes en 1948 se dio garrote en la cárcel de León al líder guerrillero Marcelino de la Parra y en 1938 a los presos políticos Generoso Valbuena Gutiérrez y Feliciano Guemes Fernández»
El historiador desmontó el mitó de la «eficiencia» de la dictadura en cuanto a obras públicas. La sustitución de la cárcel de Puerta Castillo es un ejemplo. «Se planteó el proyecto en los años 40, pero su construcción se plantea sustituir ya en los años 40 (proyecto), pero su construcción se alarga toda la década de los 60 y la prisión del paseo del Parque no se inaugura hasta 1965, manteniendo hasta entonces en unas pésimas condiciones a los presos».Los campos de concentración eran de prisioneros de guerra pero no con fines de exterminio, destacando la pésima habitalidad de dos leoneses, San Marcos y el menos conocido de Valencia de Don Juan».