Los mataderos tendrán cámaras para garantizar el buen trato a los animales
España es el primer país de la UE en implantar este sistema, que será obligatorio en un año en los negocios grandes y en los pequeños
Matadero de León. MARCIANO PÉREZ
Todos los mataderos españoles, sean grandes o pequeños, industriales o tradicionales, deberán instalar en pocos meses un completo sistema de videovigilancia y grabación en sus dependencias. El objetivo es garantizar que durante todas las fases del proceso la industria y sus empleados dan un trato correcto a los animales y cumplen estrictamente con las normas para un sacrificio compatible con el bienestar animal y con la seguridad alimentaria. La medida permitirá unos controles y una supervisión más eficaces por parte de los inspectores autonómicos. Se podrá comprobar la calidad del trabajo a todas horas y todos los días del año. Se quieren desterrar para siempre situaciones de crueldad animal en salas de sacrificio como las que cada cierto tiempo se denuncian en webs y redes sociales, con imágenes indignantes logradas por organizaciones o particulares normalmente de forma clandestina.
El Consejo de Ministros, a propuesta del Ministerio de Consumo , aprobó hoy un real decreto que obliga a los 2.800 mataderos que hay en este país, muchos de ellos casi familiares, a instalar cámaras y aparatos de grabación permanentes en todo el recinto. Los de mayor tamaño contarán con un año para cumplir las exigencias y los más pequeños con un máximo de dos. El único límite será respetar la intimidad de los trabajadores, por lo que la captación de imágenes estará excluida en vestuarios, aseos y comedores o zonas de descanso.
El sistema debe garantizar que se guardan todas las horas de grabación de todas las cámaras para que se puedan realizar posteriormente las comprobaciones pertinentes por los inspectores y también que las imágenes pueden ser descargadas o transferidas a monitores, discos duros y otros formatos digitales.
De la descarga al sacrificio Las cámaras no solo estarán en las zonas de sacrificio. La videovigilancia persigue asegurar el bienestar animal desde la llegada al recinto hasta su sacrificio y despiece, pasando por la descarga, el traslado, la introducción en establos y los procesos de aturdimiento previos a la muerte. Por ello, el sistema vigilará, como mínimo, las instalaciones en las que los animales estén vivos, incluida la zona de descarga, los pasillos de conducción y las salas de aturdimiento y sangrado. El reglamento hace especial hincapié en el área de descarga, pues las imágenes permitirán comprobar en qué condiciones se ha realizado el transporte y si se tiene cuidado de que no se lesionen al descargarlos. Hay una segunda especificación destinada a la manipulación de aves y cerdos. Deben existir cámaras que graben el proceso de escaldado (el que facilita el desplumado o rasurado). La idea es que las cámaras atestigüen que no se somete a estas operaciones a animales que aún están vivos.
Los sistemas de videovigilancia no serán obligatorios en las zonas de espera donde se encuentran los camiones con animales vivos antes del inicio de la descarga, pero las empresas sí deberán llevar un control del tiempo de permanencia de los animales en estos vehículos, que tendrá que ser el mínimo posible.
Es una regulación pionera. El real decreto impulsado por Alberto Garzón convertirá a España en el primer país de la Unión Europea en establecer un sistema de videovigilancia obligado para esta actividad. En Europa solo cuenta con un nivel de exigencia similar Reino Unido. El Gobierno, en este caso a través del Ministerio de Derechos Sociales, prepara otra normativa con igual finalidad para implantar sistemas de videovigilancia en los laboratorios y centros que experimentan con animales.
Seguridad alimentaria "Es una norma que sitúa a España a la cabeza de Europa en esta materia y que, además de garantizar el bienestar de los animales en los mataderos, mejora también las garantías de seguridad alimentaria para los consumidores", defiende Garzón.
La regulación aprobada hoy trata de garantizar el bienestar de los animales en un sector de gran dimensión y peso económico en España. En este país se sacrifican cada año más de 900 millones de ejemplares, la gran mayoría de ellos, 828 millones, aves. Entre las especies que más pisan los mataderos están también los cerdos, con 53 millones de sacrificios, los conejos, con 41 millones, o los dos millones y medio de terneros, vacas y bueyes que se matan para abastecer a la hostelería y los hogares.