Desde hoy queda prohibido volver la cabeza atrás
Las fiestas se convierten en un canto al optimismo: la pandemia es cosa del pasado
Es cantinela que se repite en todos los grande eventos de este final de verano, sea cual sea su índole. «Han sido dos años muy duros», «llevábamos tiempos esperando», «se nos ha hecho un mundo este tiempo». Todos piensan igual. Pero en Valencia de Don Juan lo sienten en el corazón. Porque faltaban las peñas, porque los niños se quedaron sin sus actividades, porque un partido de pelota de otra índole no es lo mismo, porque los conciertos son para respirarlos, no para enmascararlos y porque los fuegos artificiales del último año no quemaron el virus maldito que ahora empieza a rendirse.
Es tiempo de disfrutar, de precauciones y cabeza pero también de pulmones y corazón. Es hora de sacar todo aquellos que tanto estuvo escondido y de invitar a los propios y a los ajenos a sumergirse en un mundo de sensaciones que eran ya conocidas antes pero que tienen sabor renovado ahora. Toca fiesta y es momento de diversión. Sea enhorabuena.