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León

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La escritora mexicoestadounidense Sandra Cisneros presentó este martes su nuevo poemario, Mujer sin vergüenza, en Nueva York, donde compartió anécdotas y una confesión tras 28 años sin publicar versos: «La poesía te mantiene cuerda». Cisneros, que a sus 67 años se considera «de las Américas» tras haber vivido en su Estados Unidos natal y en su México de ascendencia familiar, llenó el teatro del Museo del Barrio (Harlem) y tras un recital aseguró que no ha dejado de escribir poesía en todo este tiempo. «Siempre estuve escribiendo poemas, simplemente no los reunía. Me sentí desnuda tras publicar mis primeros poemas, eran demasiado personales y no quería sentirme juzgada, así que los iba escondiendo bajo la cama», dijo en una conversación con la también poeta Robin Morgan.

En Mujer sin vergüenza, Cisneros se libera de aquellos tapujos y se inspira, entre otras cosas, en encuentros con amantes a lo largo de su vida, rememorando momentos íntimos y aprendizajes sobre sí misma con una mezcla de atrevimiento, humor y ternura que hizo reír y conmovió al público. El poemario, editado por Penguin Random House y que saldrá a la venta el 20 de septiembre, es su primera obra publicada con ediciones paralelas en inglés y español, reflejo de un bilingüismo que quedó patente en su discurso en inglés aderezado con palabras en español.

La escritora oriunda de Chicago, que saltó a la fama con la historia de una joven chicana en su primera novela «The House on Mango Street», ganadora del American Book Award, se definió como una romántica inspirada por los desamores y dijo que debe a la escritura su salud mental. «Escribir te permite seguir adelante, querer vivir», dijo la autora, que reveló haber pasado una depresión y una mala época en torno a los 33 años de edad, cuando no conseguía trabajo, y que añadió: «La poesía te mantiene cuerda, se convierte en una terapia».

La obra incluye decenas de poemas inéditos y es un testimonio del «peregrinaje hacia un renacimiento y hacia el reconocimiento de su derecho como mujer artista», con meditaciones sobre «la memoria, el deseo y la naturaleza esencial del amor».