El turismo de discapacidad cotiza al alza

Los espacios accesibles mejoran la vida de todas las personas, no sólo de las que tienen alguna discapacidad. El acceso a los edifcios de la administración, monumentos culturales, exposiciones, restaurantes, bares, cines, teatros y espacios públicos urbanos cotizan al alza en el mercado turístico de la discapacidad. Según el Observatoriode Accesibilidad Universal del Turismo en España, las personas que necesitan algún apoyo se gastan de media 176 euros más en sus viajes. El gasto medio es de 813,65 euros, frente a los 637,40 de la media del resto de la población.

El presidente de Aspaym de Castilla y León, Ángel de Propios, participó ayer con otros seis ususarios en un recorrido accesible por la ciudad de León., una actividad programada por el 30 aniversario de la entidad. «León ha avanzado mucho, pero queda mucho por hacer, el turismo de las personas con discapacidad mueve a muchas personas».

Según datos de la Federación Nacional Aspaym el mercado potencial accesible puede movilizar a casi seis millones de personas (5.968.261), de los que 3,4 millones no viaja por falta de oferta turística accesible, el 56% de las personas con alguna necesidad de apoyo. Otro 44% sí viaja viaja (2,6 millones).

Según los datos del Observatorio, el 96% de las personas con discapacidad viajaron acompañadas de parejas, amigos o familiares. Castilla y León es el cuarto destino más visitado. El 19% de los turistas con necesidades especiales elige esta comunidad. A la que más viajan es a Andalucía, un 41%, seguida de la comunidad valenciana, un 24% y de Cataluña, con un 21%. ¿Por qué las elligen? Primero por ser más asequibles económicamente y por el interés turístico, segundo por recomendaciones de amigos y tercero por su grado de accesibilidad. La mayoría, el 66%, se alojaron en hoteles. Nueve de cada diez viajaron por motivos de ocio y vacaciones.

Un filón de mercado, que los responsables de Aspaym consideran que está a medio explotar y que representa a una población que en el 94% de los casos ha vajado al menos una vez en los dos últimos años, con una media de siete viajes en 24 meses.

Las estadísticas muestran una tendencia al alza de un sector de la población que reclama espacios más accesibles para mejorar su calidad de vida, pero también para poder disfrutar de su tiempo de ocio.

Álvaro Lombas Sinoga tiene 44 años y desde los 24 está en una silla de ruedas por un accidente de tráfico. Utiliza una cartulina con letras para comunicarse y aprovecha su participanción en la actividad para reclamar cuartos de baño más accesibles en los establecimientos hoteleros o pisos turísticos. Su padre, José María Lombas, pone el acento en el Auditorio de León. «Tiene cuatro plazas reservadas en la fila 17, pero los acompañantes tenemos que irnos a otro sitio y mi hijo necesita alguien a su lado».

Las personas que participaron en esta actividad reconocen que el centro de León y los nuevos polígonos están muy accesibles. «Yo vivo en Armunia y allí es otra cosa, con bordillos en las calles y escalones en los bares», asegura Maria Ángeles Santos, que se mueve en silla eléctrica, como Fernando Fernandez, de 76 años. «Vivo en La Palomera y no me puedo quejar, pero no puedo elegir bares ni restaurantes ni comercios a los que ir porque la mayoría son inaccesibles, tienen escalones en la entrada y en los interiores».

Nicolás Barrera tiene 64 años y está en silla de ruedas. «Vivo en Armunia, en la zona de Los Juncales, y tengo que desplazarme casi un kilómetro para llegar al primer bar que tiene rampa para subir, el bar San Francisco, al que voy siempre».

Adoquines, baldosas levantadas, coches en doble fila, zonas de paso sin rebaje... «para fomentar el turismo se necesita más accesibilidad», dicen desde Aspaym.