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Una romería por narices y perdón

La Virgen del Camino y San Froilán alientan mañana la romería más concurrida de León. La tradición manda desgastar un poco más la nariz en bronce del asceta, besar el manto de la patrona y comprar perdones, que son avellanas

Tirar de las narices al San Froilán en bronce de la Basílica es una tradición para conseguir el deseo que se le pida. MARCIANO PÉREZ

León

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Froilán, largirucho y asceta, aguardará mañana a sus fieles armado con un báculo de obispo en la entrada sur de la Basílica de La Virgen del Camino, donde el catalán Josep María Subirachs lo esculpió hace 60 años en una puerta del templo. Su cartílago de bronce ya se ve ligeramente desgastado. No en balde, los romeros (y serán 60.000) deben cumplir con el viejo rito de tirarle tres veces de su apéndice so pena de que no conceda el deseo que le piden.

Antes o después, los romeros también besarán el manto de La Virgen del Camino, la patrona de León, y comprarán ‘perdones’, que son las avellanas que, según la leyenda, llevaban los mozos a sus casas de madrugada para hacerse perdonar las horas de juerga. Nadie recuerda de dónde salieron estas costumbres, pero el gesto es tradición. El 5 de octubre, su fiesta, Froilán esperará bajo un sol de justicia, según las previsiones. Los más respetuosos con la historia acudirán a pie, siete kilómetros de peregrinaje. Llegarán en carretas, como se hizo siempre hasta que se inventaron los vehículos. Muchos irán vestidos de leoneses tradicionales o de ‘calle’.

Ser la sede de una de las tradiciones con más colorido de la autonomía, ya que ha sido declarada de interés turístico regional y provincial, es para la Corporación de Valverde de la Virgen un «orgullo». En el dispositivo de control participarán la Guardia Civil de Tráfico, las policías locales y voluntarios de Protección Civil y Cruz Roja de Valverde y San Andrés.

Será día, además, de sabores fuertes, de chorizo, pulpo y morcilla; de visiones fuertes, con las

telas de los pendones elevándose al cielo, compitiendo por marchar con dignidad, a pesar del peso; de calor, de marea humana, de bailes regionales, de religión y populismo. Tanto adora León a Froilán, que también paree patrón. Será fiesta grande en La Virgen, el pueblo que alberga la Basílica de la patrona.

El día para cumplir los rituales más leoneses de todos, en el día más leonés del año. Y dejarse perdonar con las delicias que se cocinan a fuego en esta tierra, rendida cada 5 de octubre al santón solitario, en cuyo honor se celebra esta ancestral romería.

La salida del desfile de pendones (190 este año) se hará desde el parking del Hipermercado E. Leclerc a las 10.00 horas con previsión de llegada de los primeros pendones a La Virgen del Camino entorno a las 11.00 horas de la mañana, seguidos por medio centenar de carros de Vacas, Caballos y Burros que se colocarán en la Explanada de la Basílica para la misa de campaña de las 12.00 horas, con ofrenda floral a la Virgen del Camino, Patrona de León. Cada hora se realizarán misas en la Basílica.

Igualmente, la tradición atribuye a la Virgen del Camino curaciones milagrosas, lluvias contra las sequías y las plagas y el cuidado de sus paisanos en guerras y desgracias. Tantos desvelos durante los últimos quinientos años han sido agradecidos desde hace décadas por los ayuntamientos del Voto (Villaturiel y Valdefresno), León y Valverde con una ofrenda floral, a la que también se suma la Diputación provincial.

El otro gran acto en honor de la Virgen, que se apareció a un pastor de Velilla en 1505 para pedirle que levantara una ermita en su nombre, se producirá también mañana, con la misa, con las flores y con la tradición de besar su manto en señal de respeto y para pedir su protección. Aquel templo fue Santuario en 1961 por obra y gracia del benefactor leonés Pablo Díez, magnate de Coronitas, y alcanzó la categoría de Basílica tras varias obras y reformas alentadas por su sucesor, el también indiano Antonio Fernández.