La cigüeña muerta que ‘voló’ de León a Valladolid
Más de 150 animales fueron trasladados este año al Centro de Recuperación de Animales Silvestres
Ocurrió en verano en una huerta berciana. Un pollo de cigüeña aterrizó exhausto y con signos de deshidratación en la finca de María Dolores Cobo, una mujer muy sensibilizada con los animales. Lo primero que hizo fue darle de beber y a continuación llamar a la Guardia Civil para ver dónde podían atender al ave.
«Le dimos de beber y vimos que tenía ganas de comer. Le dimos sardinas y un poco de jamón york y lo comió con muchas ganas. Se ve que tenía hambre», explica la mujer. Los agentes tomaron datos y dirección y les dijeron que en unas horas pasarían a recogerla.
«Pasaron las horas y no vinieron y la llevamos al corral para dormir. Al día siguiente por la mañana, estaba perfecta», añade. «Volví a llamar al cuartel y al ratito me volvió a decir que vendría un agente en una hora o menos». Era domingo. «Me dijeron que lo llevaban al Hospital Veterinario», donde le informaron que le habían desparasitado y que la enviarán al Centro de Recuperación de Animales Silvestres de Valladolid , para ponerla en los voladeros y devolverla después al lugar donde apareció.
Pero no ocurrió así. Según la Consejería de Medio Ambiente de la Junta, el pollo de cigüeña joven ingresó en el centro de la Facultad de Veterinaria de León, un pollo de cigüeña joven, muy deshidratado, con gran cantidad de parásitos; lo tuvieron que sondar, pero no sobrevivió y murió a los pocos días…
Según los datos de la Consejería de Medio Ambiente, en los primeros ocho meses de este año se registraron 158 entradas de ejemplares procedentes de León en el Centro de Recuperación de Animales Silvestres (Cras) de Valladolid procedentes de León. Un total de 102 llegaron vivos y 56 cadáveres. En 2021 fueron un total de 258 ejemplares, de los cuales 103 fueron cadáveres y 155 ejemplares vivos.
Las cifras indican que el número de animales que llegan desde la provincia a este centro de recuperación va en aumento. En 2019, de las 1.900 entradas que se registraron un total de 209 procedían de la provincia de León. De ellos, entraron 134 animales vivos, 66 cadáveres y cinco de muestra. Traumatismos (29%), pollos o crías, intoxicaciones y atropellos en las carreteras son las principales causa de entrada en este centro. Las aves y mamíferos son las principales especies de animales que ingresan.
El Cras de Valladolid trabaja desde 1989 con fauna silvestre, y tiene como objetivo principal la recuperación de especies y su puesta en libertad en el medio natural. Hay otros dos Centros de Recuperación de Animales Silvestres en las provincias de Burgos y Segovia y dos Centros de Recepción de Animales Silvestres (CRF) en las provincias de Zamora y Salamanca.
León, pese a la extensión geográfica y la gran riqueza faunística carece de esta infraestructura que ha sido reclamada cada vez que un traslado adquiere dimensión mediática. El consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, prometió una inversión de 1,75 millones de euros para saldar la histórica deuda con la fauna leonesa en una comparecencia que realizó en mayo en las Cortes de Castilla y León.
Se trata de un centro para recuperar y estudiar especies silvestres y el lugar elegido es la Dehesa de Valsemana, en el municipio de La Ercina.
Periódicamente salen a la luz algunos casos como un lobo atropellado en la carretera nacional VI, en el término de San Justo de la Vega el pasado es de febrero o el osezno rescatado por agentes medioambientales en mayo en Colinas del Campo de Martín Moro Toledano, en El Bierzo.
¿Qué hacer?
La Fundación Patrimonio Natural que gestiona los CRAS de Castilla y León da las siguientes indicaciones para el caso de encontrar un animal herido o enfermo.
1. Asegurarse de que el animal realmente necesita ayuda y no se trata simplemente, como ocurre a menudo, de una cría o un pollo que puede seguir siendo atendido por sus padres —aunque no se vea— o de un animal de fácil captura (un erizo o un anfibio, por ejemplo), pero sin problema alguno que justifique su captura y traslado al CRAS.
2. En caso de duda de cómo proceder lo mejor es ponerse en contacto antes con los agentes medioambientales de la zona o llamar al CRAS para consultar.
3. Si el ejemplar está muerto y debido a que puede ser una prueba de delito contra la fauna silvestre, también ha de ser recogido necesariamente por un agente de la autoridad.
4. En caso de no poder contactar con los agentes o el CRAS, hay que ponerse guantes para capturarlo y tratar de cubrir sus ojos con una manta o toalla, porque así estará más tranquilo.
5. Meterlo en una caja de cartón de tamaño suficiente, con orificios para que respire. Hay que mantenerlo en un lugar tranquilo, a una temperatura adecuada y, si es posible, en penumbra.
6. No hay que darle de comer ni de beber y hay que trasladarlo sin demora al centro más cercano. Cuanto antes ingrese, más posibilidades hay de que sea recuperado con éxito.