Familias de jóvenes trans, contra la ‘ley trans’
La asociación Amanda denuncia que la nueva legislación los desproteje
Organizadas desde hace un año, un grupo de madres y padres teme que la nueva ‘ley trans’ acelere un proceso de transformación física que debería realizarse con calma y con supervisión psicológica y psiquiátrica, sobre todo en menores y personas jóvenes. «Es una ley que deja desprotegidas a las personas trans para que puedan hacer una transición en condiciones, al igual que a los adolescentes que sienten un malestar al crecer», acusa una de las madres de la asociación Amanda, que este sábado se citó en Madrid. Asistieron unas 400 personas, y contaron con el apoyo de organizaciones feministas. «Me ha encantado», decía satisfecha una militante de Femes después del acto celebrado a mediodía del sábado en la plaza del Reina Sofía. «La ley impide que se pueda cuestionar la autoidentificación de género, que puede ser delito de odio incluso si se aconseja una terapia previa e impone protocolos educativos para detectar estereotipos de género con criterios sexistas, como los deportes, colores o corte de pelo que les gusta», critica otra madre de una joven que quiere iniciar la transición.
Frente a las asociaciones de familias de jóvenes trans que apoyan su transición rápida, amparadas también por organizaciones LGTB y ahora el Gobierno, ahora surge otra con un punto de vista contrario a abrir facilidades para el cambio de sexo e identidad. Estas familias agrupadas en Amanda acusan a la sociedad en general (medios de comunicación, instituciones, centros educativos y sanitarios, redes sociales...) que sólo se escucha «la postura transactivista».
En estas familias alguno de los hijos pide hacer una transición sexual a temprana edad, «cuando viven cambios que suceden una sola vez en la vida», y sus padres temen las consecuencias irreversibles de los bloqueadores hormonales y las cirugías, en caso de que más adelante, «al madurar», cambie de parecer.
Según la asociación Amanda, creada hace un año por ocho madres que se encontraron en Twitter y que hasta entonces creían que su caso era único, el fenómeno transgénero se está viendo más en chicas entre 12 y 17 años debido a la inconformidad con el desarrollo corporal, y que en la asociación llaman «disforia de género de inicio rápido». «Solo pedimos que haya prudencia en la legislación», manifiestan, cuando ya son varias decenas de miembros que se atrincheran en informes psicológicos y estudios realizados en otras naciones.