Primer trasplante en asistolia de intestino
El Hospital La Paz de Madrid realiza a una bebé segoviana la primera operación en el mundo que injerta este órgano procedente de un donante sin función cardiorrespiratoria
El Hospital Universitario La Paz de Madrid ha realizado por primera vez en el mundo un trasplante de intestino, multivisceral, procedente de una donación en asistolia controlada pediátrica a una niña de 13 meses con fracaso intestinal diagnosticado desde su primer mes de vida, que ya ha sido dada de alta y se encuentra en «perfecto estado de salud».
En los últimos años ha aumentado el número de pacientes que requieren de un trasplante de órgano sólido para seguir con vida, y la donación en asistolia (sin función cardiorrespiratoria) representa ya un tercio de las donaciones que se realizan en España. Esta técnica, tal y como ha informado la directora general de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), Beatriz Domínguez-Gil, permite contemplar la posibilidad de donación dentro de los cuidados al final de la vida en aquellos pacientes en los que se ha decidido la adecuación de medidas de soporte vital.
Además, este tipo de donación permite que, tras la certificación del fallecimiento, se puedan preservar los órganos con perfusión de sangre oxigenada mediante el sistema de Oxigenación por Membrana Extracorpórea (ECMO, por sus siglas en inglés), de forma que el órgano a trasplantar no se deteriora. Esta donación ofrece unos resultados similares a la clásica donación en muerte encefálica.
A pesar de que un 30% de los candidatos fallece en lista de espera, el jefe de sección del Servicio de Cirugía Pediátrica del Hospital La Paz, Francisco Hernández Oliveros, nunca se había usado el intestino procedente de donación en asistolia al considerarse que no sería válido dadas las características especiales de este órgano.
Como la evidencia científica tampoco demostraba que no pudiera hacerse, los profesionales del hospital madrileño, pertenecientes al Grupo de Malformaciones Congénitas y Trasplante de IdiPAZ, pusieron en marcha un proyecto de tres años de investigación gracias al apoyo institucional y a la financiación de la Fundación Mutua Madrileña.
Una vez que el equipo pudo demostrar, en varios modelos experimentales, que el intestino era válido se pudo trasladar a la clínica a través de un equipo multidisciplinar formado por profesionales de Gastroenterología Pediátrica, Cirugía Pediátrica, Cirugía Cardiaca Infantil, Cuidados Intensivos Pediátricos, Anestesiología y Reanimación y la Coordinación de Trasplantes, Cirugía Experimental e IdiPAZ.