EL CUERPO DE CRISTO
Una exposición en Salamanca recrea por primera vez el cadáver de Jesús de Nazaret a partir de un detallado estudio de la Sábana Santa
Impacta. ¡Madre mía, tengo un nudo en la garganta y otro en el estómago! Lo dice al borde de las lágrimas Bonifacio, un cura de Oña (Burgos) que se ha desplazado a la catedral nueva de Salamanca para ser uno de los primeros visitantes en ver, y asombrarse hasta la emoción, la recreación del cuerpo desnudo de Jesús de Nazaret, tal y como fue enterrado en el santo sepulcro, y despojado de cualquier interpretación artística.
La figura, un Jesús yacente de 1,78 metros de altura y 75 kilos de peso, es la joya de la exposición ‘The Mystery Man’, que ahonda en los misterios del cadáver de Jesús tras ser bajado de la cruz, y ofrece pistas y datos sobre cómo era el cuerpo de Cristo a partir de un detallado estudio de la Sábana Santa, en el que se han utilizado las últimas tecnologías.
La muestra, en el trascoro de la catedral de Salamanca —donde permanecerá hasta diciembre—, revela secretos de la muerte del que, para los estudiosos de su figura, es el hombre más importante en la historia de la Humanidad. A partir de los datos aportados por los análisis científicos y médicos de la imagen del hombre de la Sábana Santa, ‘The Mystery Man’ enseña el cuerpo de Jesús como nunca antes se había visto en el mundo. Sitúa a los visitantes ante un cuerpo hiperrealista «posiblemente igual al de Jesús tal y cómo quedó después de la pasión», dice el comisario de la exposición, Álvaro Blanco, que ya dirigió en 2012 una exitosa muestra sobre la Sábana Santa, una de las grandes reliquias de la fe cristiana a la que se le atribuye el haber envuelto el cuerpo de Cristo tras su muerte.
La figura, fabricada con una mezcla de látex y silicona y con pelo natural, presenta a un Jesús completamente desnudo (también con sus partes pudendas como nunca antes se habían mostrado) con todo el cuerpo ensangrentado por los 250 golpes producidos por los 150 latigazos que le infligieron con un ‘flagellum’ con correas de cuero y bolas de hierro. También se aprecia la lanzada post mortem que recibió en la cruz, justo entre la quinta y sexta costilla del costado derecho, de donde manó sangre y agua por un edema pulmonar. Y las heridas en los pies y en las muñecas, que no en las manos, como mucha veces se ha representado, puesto que de haber sido así se habrían desgarrado provocando la abrupta caída del crucificado.
En la elaboración de la figura han participado artesanos, ingenieros, historiadores, forenses, informáticos... todos encaminados a crear con técnicas hiperrealistas un cuerpo al margen de toda corriente o movimiento artístico, y únicamente basado en los datos proporcionados por los estudios forenses y científicos de la imagen de la Sábana Santa, también conocida como Síndone.
Los artistas que han trabajado en la escultura plasman todo lo que sucede en la Sábana Santa y para obtener las medidas del cuerpo, de 1,78 metros de altura, se han basado en los puntos sangrantes de pies, piernas o rodillas, entre otras. «Se ha reconstruido antropológicamente el cuerpo de Jesús, haciendo pruebas con volúmenes tridimensionales», ilustra Blanco, convencido de que la imagen de la reliquia cristiana es la de Jesús de Nazaret», si bien admite que hay otros expertos que lo dudan. «Habrá polémica», vaticina.
La figura, de un realismo que no deja indiferente y que hasta puede dar miedo, refleja una tortura más dura de la que vemos en las pinturas. Presenta a un hombre con el hombro dislocado, una pierna contraída por la rotura del tendón, la nariz desviada por los golpes en la cara y la cabeza, con el cabello revuelto y sucio de sangre y sudor, ligeramente inclinada, en posición de rigor mortis, y también enseña bien visibles las 250 heridas distribuidas por todo el cuerpo en forma de abanico. De ahí que a Bonifacio, el cura de Oña, le impresionara tanto. «Esta imagen remueve por dentro a creyentes y no creyentes. A mí me ha impactado», confiesa.
Buena parte de los 600 metros cuadrados de la exposición están dedicados a descifrar la historia de la Sábana Santa desde su descubrimiento por el caballero templario Geoffroy de Charny en 1353 hasta su actual ubicación en Turín, pasando por los estudios científicos que han tratado de desvelar su misteriosa imagen y la historia del italiano Secundo Pía, el primero en fotografiarla y cuyo negativo reveló la imagen que ha dado la vuelta al mundo, la de la figura de manos cruzadas en la que se basa ‘The Mystery Man’.
Los visitantes podrán recorrer varias salas antes de llegar a la que acoge el cuerpo de Jesús, custodiado por el facsímil de la Sábana Santa. En el itinerario podrán observar vitrinas con monedas romanas (denarios originales) de la época de Jesús, así como el documento de su condena a muerte tallado en madera (el títulus crucis), un facsímil de la Sabana Santa, la reproducción del sepulcro que José de Arimatea ‘prestó’ para enterrar a Jesús, y copias exactas de las lanzas que empleaban los romanos, incluida una igual a la que atravesó su costado derecho tras expirar en la cruz.
Otro de los espacios recrea una sala forense y otro más inmersivo enseña en 360 grados los dos mil años de historia pictórica de Jesús, con más de 500 imágenes que recorren todos los estilos artísticos, desde el paleocristiano al arte moderno.
La exposición, con la entrada a 10 euros, está promovida por la empresa granadina ArtiSplendore en colaboración con el Arzobispado de Salamanca. Su pretensión es que sea itinerante «y recorra los cinco continentes». Su próxima parada podría ser Lisboa con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en 2023.
El CEO de ArtiSplendore, Francisco Moya, invita a visitar la muestra a todos «independientemente de si tienen creencias religiosas o no».