15.000 euros por casarse con una niña

La Guardia Civil y la asociación Amar Dragoste presentaron este lunes la campaña Esto no es un juego de niñas en la que alertan de la «esclavitud de los matrimonios forzados» del que son víctimas mujeres, muchas de ellas menores de edad, por las que se llega a pagar hasta 15.000 euros contra su voluntad.

La teniente coronel Dolores Gimeno, jefa del Departamento de Inteligencia Criminal y Coordinación de la Unidad Técnica de Policía Judicial de la Guardia Civil, señaló la importancia de romper con barreras como la «cuestión cultural» que tolera este tipo de prácticas perseguidas penalmente.

«Hay organizaciones criminales que han entrado de lleno en esta práctica porque ven un ámbito de negocio muy rentable», señaló en una rueda de prensa en la que dijo que estas mafias llegan a pagar entre 3.000 y 15.000 euros por una niña para que, contra su voluntad, pueda casarse con una persona, por ejemplo para adquirir la nacionalidad española con mayor prontitud.

«En España es una realidad que no está visibilizada», ha comentado la teniente coronel, que también ha mencionado los cambios legislativos que ayudan a perseguir este tipo de delitos en España, citando la Ley Orgánica 8/2021 de protección integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia y la Ley Orgánica 10/2022, de 6 de septiembre, de garantía integral de la libertad sexual, la conocida como ley del ‘sólo sí es sí’.

El perfil mayoritario de víctima es una mujer joven, muchas veces niñas, procedentes de África o Europa del Este. «Hay que luchar con un enfoque de derechos humanos, de género y teniendo en cuenta los flujos migratorios», señaló la presidenta de la asociación Amar Dragoste, que presta ayuda a las mujeres que sufren este tipo de violencia.

El vídeo de la campaña incide en la importancia de denunciar los matrimonios forzados. La teniente coronel Gimeno puso ejemplos de casos detectados por la Guardia Civil como una dependienta de un comercio que alertó de que una niña había dejado de ir al colegio y vivía con otra familia tras ser casada con una persona mayor.