Los novísimos tiran la puerta

pacho rodríguez

rDe todo hay en la viña musical leonesa pero en búsqueda de la añada soñada aparecen nombres que dan un golpe sobre la mesa del panorama con propuestas en las que parecen tener claro algo: no pasar desapercibidas. Y así surge una originalidad y descaro que no está reñida con la calidad, el buen sonido y la ejecución instrumental. En una escena musical añeja en la que en León siempre ha prevalecido el clasicismo o la vieja escuela, hay nombres a los que seguir la pista porque la transgresión, la diversión y el hacer de cada concierto o canción algo especial forman parte de su discurso. Si se trata de renovarse o morir, este 2022 puede haber destacado por el elogiable intento de varios grupos por saltarse los cánones.

A modo de referencias musicales sirven de guía propias y ajenas. Porque León sigue siendo territorio musical en el que cualquier día de la semana puede ser un buen momento para acudir a un concierto. O sea, que las salas que programan de manera privada junto a otros promotores individuales son gasolina imprescindible para que León no pierda el ritmo que cogió en su día y que sirvió para que hubiera de todo.

Así, hay nombres que se presentan tirando la puerta. Brators, Los Restos de Naufragio, Raposos, Hummo, Domani Sapone, son novísimos y veteranos que siguen la estela de clásicos como Buffalo, Los Modernos, Gin Family Tonic, Cosmética, Positivos o Rafaria Montecristo, que hace doblete con un histórico: Kike Cardiaco, con El Cometa Errante. Y hay más. Y más la determina el mundo folk, en donde surge un movimiento que reivindica lo propio desde puntos de vista libres y que han de marcar la línea a seguir en los próximos años. Rodrigo Martínez puede representar a esta prometedora quinta. Sin olvidar la música clásica, que con Juan Luis García vive una época dorada de iniciativas.