El Ramo echa raíces en León
ana gaitero
rEl Ramo Leonés de Navidad se erige este año en plazas emblemáticas de la ciudad como triunfo de la tradición rural en el gran pueblo que es la capital. Una tradición que se remonta a épocas precristianas, en conexión con los cultos a la naturaleza propios del solsticio de invierno, y de la que se encuentran vestigios en todo el oeste y, sobre todo, noroeste peninsular. En León ha triunfado la versión triangular del soporte, popularizada por las campañas educativas de recuperación de la tradición que se realizaron en los años 90 desde el Centro de Formación del Profesorado de León, de la mano de Concha Casado y Carmen Fernández Marcos. La casualidad quiso que encontraran un soporte triangular en los almacenes de la Diputación, donde lo había rescatado Pedro G. Trapiello para el incipiente Instituto Leonés de Cultura que nació en torno a Pallarés.
Historias del pasado en las que es fácil errar en nombres y en fechas puesto que había otras personas y colectivos que ya mostraban sus inquietudes por tradiciones genuinamente leonesas como es el caso de la Asociación Cultural Raigañu.
El sentido de la ofrenda es lo que tienen en común todos los ramos, ya sean triangulares, rectangulares o en forma cónica o circular; ya sean navideños, para la fiesta del patrón o patrona o para la boda u otros acontecimientos señalados de la vida comunitaria.
Como manifiestación de la cultura popular, el Ramo Leonés tiene tantas versiones como pueblos y tantos cambios como épocas a las que ha sobrevivido. En la actual, prima el sentido ornamental, pero, como recuerda José Luis Alonso Ponga, no debemos perder el significado de los rituales heredados para preservar la cultura en un mundo en el que la globalización tiende a la uniformidad.
En León, el Ramo de Navidad ha triunfado y ha entrado en las casas, como una manifestación de amor y arraigo a las raíces. Son muchas las asociaciones, como Asprona o Salud Mental León, que fabrican armazones de todos los tamaños, incluso ya con adornos para sembrar la Navidad de tradición y contribuir a la integración sociolaboral de personas con discapacidad. Y también muchos artesanos realizan versiones propias a partir de los ejemplos de la tradición. Ya no hay Navidad leonesa sin Ramo o Ramu.