«Yo solo no me quiero quedar»
Siempre ha vivido en la misma casa, con su madre, que ahora tiene 85 años, y su padre, 84. Como hijo único, José Gómez dedica sus horas a acompañarles. Los últimos años dieron un vuelco a su vida desde varios frentes. A él le diagnosticaron cáncer de colon, estuvo en quimioterapia y le practicaron una cirugía. El primer golpe, sin embargo, lo recibió cuando su novia también tuvo cáncer y murió, cuenta Gómez. Desde entonces, su destierro del exterior es mayor. «El día en que fallezcan mis padres yo solo no me quiero quedar. No me gusta la soledad, no». Dice que cuando ocurra un «primo» se mudará con él.