El último parque jurásico del planeta
Madagascar conserva el 90% de las plantas y animales únicas en el mundo pero se encuentra amenazada:
Alrededor del 90% de las plantas y animales de Madagascar no se encuentran en ningún otro lugar de la Tierra, y allí viven algunas de las especies más raras del mundo. Desde la llegada de los humanos a la isla, hace 2.500 años, muchos de ellos han desaparecido y la cifra de mamíferos en peligro de extinción ha aumentado drásticamente en la última década, de 56 en 2010 a 128 en 2021. Un equipo internacional de científicos malgaches, europeos y estadounidenses ha colaborado para determinar hasta qué punto los humanos han perturbado esta fauna y pronosticar qué pasará en el futuro si no se toman medidas de conservación inmediatas.
Para ello, reunieron datos de 249 especies de mamíferos malgaches (219 que todavía viven y otras 30 ya extinguidas) que han coexistido con los humanos. Después, construyeron árboles genealógicos genéticos para establecer las relaciones existentes entre todas estas especies y cuánto tiempo tardaron en evolucionar desde sus diversos antepasados comunes.
Actualmente, más de la mitad de los mamíferos de Madagascar están incluidos en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). De las 219 especies de mamíferos conocidas en la isla, incluidas 109 especies de lémures, más de 120 están en peligro de extinción.
Por eso, en un tercer paso de la investigación, los científicos utilizaron datos moleculares y un modelo de simulación por ordenador para calcular cuánto tiempo tardaría la evolución en ‘reemplazar’ a todos los mamíferos amenazados si estos desapareciesen definitivamente.
Los resultados, publicados este martes en la revista Nature Communications , muestran que se necesitarían tres millones de años para recuperar la diversidad de mamíferos terrestres que se han extinguido en los últimos 2.500 años. Más alarmante aún, si todos los mamíferos que actualmente están amenazados se extinguieran, se tardaría 23 millones de años en recuperar un nivel similar de complejidad evolutiva, mucho más que para cualquier otra isla, como Nueva Zelanda o el Caribe.