Haití: trece años de no reconstrucción
Millones de dólares que no han llegado al país, que sólo ha levantado unos pocos edificios y con campos de desplazados transformados en barrios de miseria
Con un gasto de millones de dólares en planes que no se han llegado a materializar y habiendo levantado solo unos pocos edificios públicos, este jueves 12 de enero se cumplieron trece años del terremoto que en enero de 2010 sacudió Haití, cuya capital está en estos momentos entregada a las bandas y abandonada por la sociedad civil.
Los trabajos para reconstruir el Palacio Nacional que debían comenzar en 2020 aún no se ha iniciado y diversos campos de desplazados se han transformado en estos años en barrios con un alto nivel de miseria, sin que los ayuntamientos tengan capacidad para respetar los códigos de construcción.
Mientras, los familiares de las víctimas del terremoto, que dejó más de 200.000 muertos (una cifra revisada a la baja frente a los 300.000 fallecidos de los que se habló en los años siguientes a la catástrofe) y 1,3 millones de personas sin hogar, siguen sin poder hacer el duelo por sus seres queridos.
En los últimos años, al menos dos movimientos de tierra de gran intensidad han recordado a Haití que es un país asentado sobre fallas sísmicas, aunque «la naturaleza del problema no estaba bien definida tras el terremoto» de 2010, explicó a Efe la experta en urbanismo Rose-May Guignard.
«No ha habido reconstrucción. Sólo el 1% de los fondos se entregaron al Estado haitiano. El resto se entregó a ONG y expertos internacionales. Así que no conseguimos fondos», afirmó el industrial y promotor de infraestructuras innovadoras Jean Lucien Ligondé.
Otra razón por la que no se ha llevado a cabo la reconstrucción es que el proceso no estaba coordinado: «El Estado haitiano no disponía de medios para coordinar dicha ayuda. Se consideró la emergencia, pero no la reconstrucción», y los fondos nunca se destinaron a ella, explicó.
Además, «las prioridades no fueron definidas por Haití, sino por expertos internacionales», dijo Ligondé, quien diseñó un plan de reconstrucción gratuito para la capital en 2010, proyecto que nunca se materializó porque «no ha habido voluntad de reconstruir Puerto Príncipe».
Aunque el Estado no ha conseguido recuperar el centro de Puerto Príncipe, sí ha levantado algunos de los edificios públicos de la llamada ciudad administrativa, como el Ministerio de Comercio o el de Interior, el Tribunal de Casación y el Tribunal Superior de Cuentas.
De unos cuarenta inmuebles estatales se ha reedificado menos de una docena, básicamente por falta de fondos.