Desnudos contra el uso de pieles como abrigo
«Es absurdo seguir utilizando a los animales para los abrigos cuando las hay sintéticas», dicen los animalistas
Unos 50 activistas de AnimaNaturalis se desnudaron este domingo en Madrid para denunciar la obtención de pieles para abrigos y pedir el cierre de las granjas peleteras por «vulnerar» los derechos de los animales que proveen estos materiales.
Delante de unos conocidos grandes almacenes en la calle de Preciados, los activistas, rociados con sangre simulada, se amontonaron unos encima de otros como «recién despellejados» para ejemplificar las condiciones de vida de los animales a los que se les extrae la piel «en vida» para fabricar este tipo de prendas de vestir.
La acción busca visibilizar las condiciones de «frío y calor extremo» en las que viven estos animales, dice a Efe Jaime Posada, portavoz de AnimaNaturalis, que también afirmó que residen en «jaulas» para «intentar no dañar sus pieles».
Posada asegura que, a los seis meses, a estos animales «se les arranca la piel en vida» y, durante ese proceso, se utilizan métodos como la «electrocución anal» o la «cámara de gas» para adormecerlos, por lo que siguen despiertos mientras se les despelleja.
«En la actualidad es absurdo seguir utilizando pieles animales para los abrigos cuando hay pieles sintéticas con las que no tienes que mantener a un animal sufriendo de por vida», argumenta.
El objetivo es concienciar a la población del enorme número de animales que se utilizan para confeccionar un sólo abrigo de piel y presionar para abrir un debate que lleve al cierre de todas las granjas peleteras de España.
Con esta protesta celebrada ayer, se busca además promocionar y apoyar la Iniciativa Ciudadana Europea (ECI) #FurFreeEurope para presionar a la Comisión Europea a prohibir estas granjas en la UE y regular fuertemente la importación de pieles de animales al mercado europeo.
Según la organización, cada año más de 32 millones de animales son sacrificados en la comunidad europea para comerciar con su piel, y países como Reino Unido, Austria, Italia, Croacia, Grecia, República Checa, Suecia, Alemania y Holanda han ido prohibiendo estas granjas de incrementando sus normativas referentes a la protección animal.