Los ictus afectan a personas cada vez más jóvenes
La Unidad de Ictus del Hospital de León atendió en 2022 a 558 pacientes, 33 más que en 2019.
Hay que ir a urgencias, de manera inmediata y sin demora, cuando se nota entumecimiento, debilidad o parálisis repentina de la cara, el brazo o la pierna de un hemicuerpo; si se tiene confusión repentina; si aparece dificultad para hablar o entender; cuando se pierde la visión brusca de uno o ambos ojos; con una cefalea intensa, repentina y sin causa aparente, asociada a náuseas y vómitos o, si de repente, hay dificultad para caminar, pérdida de equilibrio o coordinación.
«Si aparecen estos síntomas no hay que esperar a ver si se pasa, hay que acudir cuanto antes a urgencias». El jefe de la Unidad de Ictus del Hospital de León, Javier Tejada, insta a la población a tomar conciencia del riesgo de una patología que afecta principalmente a personas mayores de 80 años «pero que cada vez vemos una tendencia creciente en personas jóvenes, entre los 20 y los 65 años». Por eso pide no bajar la guardia. «El ictus isquémico , como el resto de las enfermedades del aparato respiratorio, es más frecuente en personas de edad avanzada. En nuestro centro, uno de cada cinco pacientes tiene más de 80 años y uno de cada seis tienen menos de 65».
El tiempo es clave para reducir el riesgo de muerte o de secuelas graves. «Los pacientes suelen llegar al Hospital noventa minutos después de que noten los síntomas, pero hay casos que incluso más. Ayer mismo (el jueves) atendimos a dos pacientes que llegaron dos horas después, muy tarde, suelen ser personas jóvenes y mayores que viven solas».
El especialista asegura que el objetivo es que el tiempo transcurrido desde el inicio de los síntomas hasta la llegada a Urgencias no sea superior a dos horas y que el tiempo desde la llegada al Hospital hasta la aplicación de las terapias de reperfusión (restablecer la circulación en el cerebro) no supere los 40 minutos. «El Código Ictus es un sistema de actuación sanitaria que consiste en realizar un reconocimiento precoz de los síntomas para iniciar una priorización en el traslado del paciente al hospital. Nuestro centro atiende para el Código Ictus las áreas de salud de León y El Bierzo y también a la zona norte de Zamora (Benavente y Sanabria). Existe un neurólogo de guardia en él para atender los casos urgentes siempre hay un neurólogo de guardia que recibe las llamadas y está en contacto y colaboración con el Servicio de Urgencias, Unidad de Cuidados Intensivos y Servicio de Radiología».
En la Unidad de Ictus del Hospital de León ingresaron en 2022 558 pacientes, la mayoría (442) por un ictus isquémico. Otros 30 ingresaron con hemorragia y 86 con un ataque isquémico transitorio. Estas hospitalizaciones suponen 33 más de los registrados en 2019, antes del coronavirus. En 2020, en plena pandemia, los ingresos por las tres causas descendieron en 44 personas con respecto al año anterior. En lo que más se notó la pandemia fue en el descenso de los pacientes que acudían con síntomas transitorios. «La pandemia afectó a control de los riesgos y eso afectó a los pacientes porque con el confinamiento dejaron de hacer ejercicio. Lo mismo ocurrió en los pacientes oncológicos».
¿Cómo evitar un ictus?
Tejada insiste en la prevención. Dieta saludable; actividad física regular: control del peso; control de la presión arterial ya que la hipertensión es el factor de riesgo más importante; controlar mediante analítica el colesterol y el azúcar; evitar el tabaco y el consumo excesivo de alcohol; y realizar exámenes médicos preventivos.
Los ictus provocados por enfermedades genéticamente determinadas son raros. «Los estudios genéticos masivos se han encontrado con genes relacionados con el riesgo de ictus, pero estas informaciones aún no tienen aplicabilidad clínica», sostiene Tejada.
Las principales causas de un ictus son la ateroscleroris (ictus aterotrombótico) y las cardiopatías (ictus cardiembólicos). «Las causas no han variado. Lo que se ha observado es un incremento en las causas cardíacas relacionadas con que a los pacientes se les indican más exploraciones cardíacas y se hace más monitorización del ritmo cardíaco durante el ingreso en la Unidad de Ictus».
Más rehabilitación
La rehabilitación de las personas que sufren un ictus es clave para la recuperación. «La rehabilitación está unida a proceso de recuperación» que, según denuncia Tejada, el Caule necesita reforzar. «La rehabilitación es el tratamiento en una fase posterior y necesita más atención. En el Hospital hay tres logopedas, pero hacen falta más. Un 30% de los pacientes se queda con necesidad de terapia rehabilitadora», asegura.
«La rehabilitación se empieza en el Hospital y se continúa en San Juan de Dios, pero hay pacientes que por alguna razón se quedan fuera del sistema o lo pierden en ese traslado. y es muy importante que estos tratamientos rehabilitadores comiencen cuanto antes para reducir o evitar la secuelas».