Xudit Caramés | Jefa de la Unidad de reproducción asistida del CAULE
"Nuestro objetivo es ofrecer en León parte de la ‘in vitro’ y reducir traslados a Valladolid"
Expertos en reproducción asistida de los hospitales públicos de Castilla y León se reúnen en el Caule el 24 de febrero
La Unidad de Reproducción Asistida del Complejo Asistencia Universitario de León (Caule) organiza la séptima Reunión de Unidades de Reproducción Asistida de Centros Públicos de Castilla y León, que se celebrará el día 24 de febrero. Es la primera vez que León acoge este encuentro, que se ha organizado ya en seis ocasiones en Valladolid, cuatro en el Hospital Clínico y dos en el Río Hortega.
Los 16 especialistas participantes actualizarán los conocimientos en los nuevos protocolos, técnicas de reproducción y ampliación de carteras de servicios , entre otros asuntos, y contará con una ponencia del director general médico de IVI, Antonio Requena, que abordará los nuevos protocolos de estimulación ovárica.
La inscripción acaba el día 15 y ya están cubiertas 81 plazas de profesionales ginecólogos generales, especialistas en reproducción, genetistas, embriólogos, residentes, enfermeros y enfermeras especializados, matronas y hematólogos. «Hemos duplicado nuestras expectativas», explica la organizadora del encuentro, la jefa de la unidad de León, Xudit Caramés, que cuenta con la colaboración para este encuentro de los jefes de sección de las dos unidades de reproducción de Valladolid, el doctor Luis Rodríguez Tabernero y la doctora Ana Belén Rodríguez Bújez, y la participación de Theramex.
—¿Por qué es importante esta reunión?
—Es una reunión con representantes de los hospitales públicos de Castilla y León que hacen estudios de fertilidad e inseminaciones. La fecundación in vitro se hace en las dos unidades que hay en Valladolid. El objetivo es mantener el contacto entre las unidades de reproducción asistida, unificar los criterios. En esta ocasión se va a hablar de miomas, abortos de repetición, técnicas novedosas en el estudio de la pareja infértil, estudio de las trompas con la técnica HyFoSy, de inseminación, que es la técnica mayoritaria de los centros públicos de Castilla y León y también hay una mesa en la que se abordará la actualización de la cartera de servicios en reproducción de Sacyl. Entre ponentes y moderadores hay una representación de cada hospital de la Comunidad.
—¿Qué es lo que más les preocupa en técnicas de fecundación?
—Trabajar en una misma línea con el resto de la Comunidad y estar actualizados en las cosas que puedan cambiar. Con respecto a la cartera de servicios, otras comunidades autónomas las están ampliando y espero que en Castilla y León siga esa línea. Castilla y León es una comunidad con un grave problema de despoblación y fomentar los tratamientos de fecundación asistida y aumentar la cartera de servicios tiene sentido.
—El Hospital de León lleva años pidiendo la autorización para realizar técnicas de fecundación ‘in vitro’. Las dos que existen en la Comunidad están centralizadas en los hospitales de Valladolid. ¿Hay avances en ese sentido?
—La hemos solicitado en varias ocasiones. La línea en la que queremos trabajar, que es más asequible que disponer de la fecundación in vitro, es para facilitar a las pacientes minimizar los viajes a Valladolid y ofrecer aquí parte del tratamiento. A día de hoy todavía no se puede, pero estamos trabajando para avanzar en este sentido.
—¿Qué parte de tratamiento se podría hacer en León?
—Los controles ecográficos, por ejemplo. Las pacientes tienen que dar ahora cinco viajes en quince días. Con este procedimiento se reducirían a uno o dos viajes solamente los traslados a Valladolid. Creemos que podremos conseguirlo.
—¿Se necesitaría ampliar el personal?
—Hasta ahora ha habido dificultades para hacerlo, pero las circunstancias son más propicias. No estamos mal de personal en este servicio y podemos hacer algo que llevamos proponiendo mucho tiempo. Aunque la idea era aceptada por todos, la puesta en práctica no era tan sencilla.
—¿Cuántos profesionales trabajan ahora en la unidad?
—Hay cuatro ginecólogas formadas en reproducción asistida. La idea es crecer y facilitar a la paciente el proceso, aumentar las prestaciones. De momento son conversaciones que están en proceso.
—¿Cuántas mujeres se trasladan cada año desde León a Valladolid para someterse a tratamientos de fecundación ‘in vitro’?
—El año pasado mandemos a 122 mujeres. Es una cifra que se mantiene estable.
—Dice que esperan que se aumente la cartera de servicios. ¿Qué tratamientos son los que faltan?
—En otras comunidades han aumentado la edad límite de la mujer, que aquí sigue siendo 40 y hay otras que ya han aumentado a 42. Parece que hay voluntad para aumentar la edad. También ofrecer tratamiento en los casos de esterilidades secundarias, cuando las parejas ya tienen un hijo y no pueden tener un segundo. A día de hoy estos tratamientos no se hacen en Castilla y León. Todo eso tiene sentido en la línea para repoblar la Comunidad y facilitar los tratamientos a las parejas que quieren tener más hijos.
—¿Cuáles son los causas de la infertilidad?
—El 50% son de causa femenina y el otro 50% son masculinas. Las más frecuentes son de origen desconocido, no llegamos a saber el motivo porque en el estudio inicial no se encuentran patologías, pero si está indicado empezamos tratamiento de reproducción asistida. En el caso de los hombres la causa principal es la mala calidad espermática y en las mujeres son la anovulación (que no ovulan de forma regular), esterilidades tubáricas, fallos en las trompas y bajas reservas ováricas. En los casos de pólipos, que dificultan la implantación, los quitamos antes de empezar los tratamientos y en León hay una unidad de patología endometrial ambulatoria, con la que trabajamos de forma coordinada. El estudio de los hombres también lo hacemos aquí en la unidad.
—¿Hay avances en los tratamientos de los miomas?
—Es una de los temas que se van a tratar en la jornada. Se van a actualizar los protocolos. En inseminación se hacen hasta cuatro tratamientos cuando se trata de una pareja y seis cuando es con donante. Si no funciona se envían a Valladolid a tratamiento de fecundación in vitro. Nunca decimos a las parejas que no pueden tener hijos, en medicina nada es seguro y nada es imposible.
—¿Cuántas inseminaciones hacen al año en la unidad?
—Lo normal son 250. Con la pandemia hubo menos porque se canceló la consulta bastantes meses.
—¿Cuál es el perfil de las personas que acuden a la consulta?
—Hacemos inseminaciones a parejas heterosexuales, a parejas de mujeres y a mujeres sin pareja masculina. En 2021 hicimos 119 de pareja y 33 de donante a mujeres solas o parejas de mujeres o parejas heretosexuales que requieren de un donante. En 2022 hemos hecho 191 inseminaciones de parejas y 50 de donantes.
—¿Están aumentando las mujeres que acuden solas, sin pareja?
—Si, la demanda de tratamiento por parte de mujeres solas está aumentando. No les preguntamos las causas.
Jefa de la Unidad de reproducción asistida del CAULE
—La Gerencia del Hospital tiene autorizado un banco de Granada, que nos manda las muestras de los donantes, que son anónimos.