«Tuve claro que no quería compartir la maternidad»
Cada vez más mujeres son madres sin pareja, como Nuria Salas, que recurrió a la inseminación en el Hospital de León
Cada vez más mujeres acuden en solitario a las consultas de reproducción asistida para quedarse embarazadas. Mujeres que optan por la maternidad en solitario, como Nuria Salas, que a los 35 años comenzó el tratamiento en la consulta del Hospital de León y tras cuatro intentos y siete ciclos se quedó embarazada de Gael, que ahora tiene seis meses. «Siempre tuve claro que no me veía compartiendo la maternidad, me veía sola, quizás porque soy hija de padres separados».
Nuria es autónoma y está al frente del café Bellas Artes. Allí se lleva a Gael. «Cuando hay muchos clientes y tengo que servir las mesas utilizo el porteo».
El tratamiento de fecundación se prolongó durante tres años. «Empecé con el doctor Faustino Lozano, que se jubiló y seguí con la doctora Caramés. El trato ha sido humano y muy bueno. Tuve un aborto espontáneo y dos cancelaciones de ciclo por el riesgo a un embarazo múltiple. El día que entré para decir que estaba embarazada y hacer la primera ecografía fue muy bonito porque el equipo estaba muy ilusionado, tanto la doctora como Maxi, la enfermera que estuvo ahí desde el principio y ya se ha jubilado. También tengo que agradecer el acompañamiento de los profesionales durante el parto. Es una pasada el buen trato tan humano de las matronas y el personal de enfermería. Estuve acompañada en el parto por mi madre y los cinco días de ingreso por una amiga. En los tres años que duró el tratamiento leí mucho, tuve ocasión de conocer a otras mujeres que habían optado por la maternidad en solitario. Estaba preparada. Nunca he tenido idealizada la maternidad y está resultando tal y como me esperaba. No echo en falta nada y estoy muy contenta de haberlo hecho sola. Todas las decisiones que tienen que ver con mi hijo las tomo yo y tengo la ayuda de mi madre, que me echa una mano. Como el negocio es mío no tengo problemas para venir con mi hijo al trabajo. Todavía lo alimento con lactancia materna. Le doy el pecho aquí, en la cafetería, y si hay muchos clientes mi madre se lo lleva a dar un paseo. En otras ocasiones utilizo el porteo y sirvo las mesas con él».
Tras disfrutar de los cuatro meses de baja por maternidad se plantea solicitar la baja paternal «pero al ser autónoma me lo tengo que pensar, tengo tres personas trabajando en la cafetería y no es tan fácil organizarlo todo».
La guardería es una opción que todavía no ha podido utilizar. «Gael estuvo ingresado por bronquiolitis y lo de la guardería, de momento, tiene que esperar».
Tras la decisión de emprender la maternidad sin pareja ha tenido que escuchar comentarios de personas que no comprenden esta opción de familia. «Un hombre me dijo que los bebés necesitaban la voz de un hombre en casa para que se tranquilizaran y no llorasen tanto y otra señora se acercó porque decía que nunca había visto a un bebé que hubiera nacido por inseminación artificial».