Llamas se llena de colorido y tradición
Ancestrales personajes como guirrios y madamas representan el antruejo asustando a los vecinos y bailando en la plaza del pueblo
Llamas de la Ribera volvió a celebrar su tradicional antruejo donde los personajes de los guirrios y las madamas son los euténticos protagonistas en una celebración que se pierde en el fondo de los tiempos.
Los guirrios y las madamas recorrieron ayer, un año más, las calles de la localidad, acompañados por los carneros, el Caretón, la Gomia, el Gomio, el Toro, el Diablo, la Rosita, la Gallina Tocahuevos y los Gochos.
Todos hicieron lo que todo el mundo espera de ellos y que mejor saben: correr y saltar persiguiendo a la gente con sus danzas y propinando golpes con sus vejigas.
Una vez en la plaza del pueblo, las madamas realizaron su baile al son de la dulzaina y el tamboril, mientras el resto de personajes no dejaron de provocar y perseguir al personal. Tras formar las primera parejas de guirrios y madamas, todos los presentes se entregaron al baile.
El carnaval de Llamas de la Ribera es una de estas celebraciones ancestrales en torno al mundo de la máscara que salpican la provincia de León dando fe de un pasado cargado de simbología, de lucha entre las fuerzas del bien y el mal, lleno de colorido y, a la vez, de personajes oscuros; un carnaval que hunde sus raíces en ritos anteriores auténticos que sus vecinos han sabido mantener con el paso de los siglos.
Ayer la localidad de la ribera del Órbigo fue otra vez fiel a su cita con esta fiesta más pagana que cristiana, mantiendo así una tradición que se han ido pasando de padres a hijos, de abuelos a nietos, de generación en generación.
Guirrios y madamas, Gomia, Gomio, la Tocahuevos, el Toro o el Diablo volvieron a hacer de las suyas.