León arropa al pueblo ucraniano y condena la guerra
“No salir hoy a la calle es un pecado”. Con estas palabras, iniciaba Oresta Modla, presidenta de la Asociación de Amigos Leoneses Ucranianos Damnificados, la manifestación convocada 365 después de la invasión rusa a Ucrania, en la que alrededor de 200 personas salieron a la calle en León para conmemorar “un día trágico en todo el mundo” y llamar la atención de todos “para hacer todo lo posible para que la guerra termine y el país quede libre”.
La asociación convocante quiso salir a la calle para “conmemorar a las víctimas de la guerra” y recordar la manifestación celebrada hace exactamente un año, cuando salieron a la calle “con la desesperación tremenda de no saber qué iba a pasar” y si Ucrania “se iba a quedar sola ante la invasión”.
No obstante, a pesar de tener “el corazón lleno de dolor porque no hay un ucraniano que no tenga a alguien caído en la guerra”, Modla aseguró que se comienza a vislumbrar “la luz al final del túnel”, para lo que “se cuenta con el apoyo importante del todo el mundo”.
“Los ucranianos estamos seguros de que vamos a poder echar al enemigo de la tierra y de que algún día llegará la paz y podremos ser libres y vivir tranquilos en nuestra tierra, formando parte de la Unión Europea y de un mundo civilizado, democrático y que respeta los derechos humanos”.
La manifestación partió de la plaza de Guzmán y recorrió la principal arteria de la ciudad, la avenida Ordoño II, para llegar a la plaza de San Marcelo, a los pies del edificio Casa Botines Gaudí, donde se procedió a la entonación del himno de Ucrania y a la lectura del manifiesto. Durante el recorrido, los participantes, entre los que se encontraban autoridades como el alcalde de la ciudad, José Antonio Diez, el subdelegado del Gobierno, Faustino Sánchez, la delegada territorial de la Junta, Ester Muñoz, y el rector de la Universidad de León, Juan Francisco García Marín, portaron velas encendidas, banderas ucranianas y tulipanes amarillos.