EL FUTURO ENERGÉTICO ES HOY Y AHORA
España camina hacia la descarbonización con el objetivo de reducir un 62% las emisiones antes de 2030, lo que ha hecho que empresas y particulares decidan apostar por las energías renovables de las que somos líderes en producción y comercialización
La carrera de la descarbonización ha comenzado y los objetivos están muy claros. Alcanzar la neutralidad climática y reducir las emisiones al menos en un 62% antes de 2030 con el fin de llegar a emisiones cero en 2050 es el firme compromiso con el que el Gobierno se suma a las exigencias de la Agenda 2030, la resolución para el desarrollo sostenible suscrito a nivel mundial por Naciones Unidas.
En este escenario España juega un papel fundamental, ya que por un lado cuenta con los recursos naturales, y por otro, con las más punteras empresa para transformar esos recursos en energías limpias.
De hecho, España es el cuarto país europeo en el aprovechamiento de la energía solar. Con un 6% del total del mercado europeo, por delante de países como Italia, Francia o Gran Bretaña, España ha alcanzado la madurez tecnológica y comercial tras más de 20 años de experiencia.
Es el momento, por lo tanto, de que empresas y particulares apuesten por las nuevas formas de autoconsumo energético, para conseguir una mayor eficiencia, ahorrar costes y ser responsables con el medio ambiente.
Según previsiones de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), la participación de las renovables en el suministro eléctrico global pasará del 26% en 2018 al 44% en 2040. En este sentido, la energía fotovoltaica se ha establecido como una fuente de energía limpia y sostenible que promete revolucionar la forma en que generamos y consumimos energía. Según los datos oficiales de Red Eléctrica Española, la potencia solar fotovoltaica se ha triplicado en los últimos 3 años, pasando de 4.767 MW a principios de 2019 a 15.190 MW a finales del 2021. Además, en 2022 la energía fotovoltaica cerró el ciclo con un 33% de producción más que el año anterior, situando por primera vez las placas fotovoltaicas como una de las tecnologías con mayor poder de contribución de fuentes energéticas bajas en carbono. En otras palabras, la energía solar ha pasado de representar 3,55% del total de energía a un 8,05%.