Una pintora y nueve músicas dan la nota de la igualdad en León

Francesca Caccini, Anna Isabele Leonarda, Sonia Megías, Eva Guillamón, Elena Romero Bardosa, Louise Adolphe Le Beau, Cecile Chaminade, Amy Beach y Belén Ordóñez son los nombres de siete mujeres que, desde el siglo XVI hasta hoy saldrán de la máquina del tiempo de Lavinia Fontana para reconocer el pasado en el presente y el presente en el futuro de la igualdad.

Para rescatar del olvido, a las del pasado, y para que no sean olvidadas, las contemporáneas, el Conservatorio de Música de León ha puesto en marcha su máquina del tiempo con un concierto teatralizado con motivo del Día Internacional de la Mujer.

En un juego teatral ideado por Ángeles Rodríguez, las músicas saldrán de las sombras para tomar color de la mano de Lavinia Fontana, una pintora del siglo XVI que gozó de gran renombre en su época, trabajó para el papa y para la poderosa familia Medici, que será encarnada por la actriz mexicano-leonesa.

El concierto teatralizado Lavinia Fontana y otras mujeres afortunadas dará a conocer nombres propios y hazañas musicales que pocas veces se han contado y que casi nadie conoce al tiempo que la pintora ilustrará sobre su propia vida y sacará a relucir obstáculos que se interponen en el camino hacia la igualdad aún en el siglo XXI. La situación de las mujeres afganas será la expresión de la más cruenta de las desigualdades que aún se vive en el planeta y en muchos ámbitos de la vida.

Las artistas darán la nota en el sentido más puro de esta expresión musical. Darán a la orquesta —la sociedad actual— el tono adecuado para interpretar la partitura de la igualdad. Son mujeres que no precisan llamar la atención, dar la nota en el sentido irónico que ha tomado el término; «merecen ser rescatadas del olvido», asegura Ángeles Rodríguez.

De la paleta de colores de Lavinia Fontana saldrán mujeres como Francesca Caccini (1587-1641, la compositora de La liberazzione di Ruggiero , considerada como la ópera más antigua de una compositora. Además de compositora, fue cantante, laudista, profesora de música y poeta. El apoyo de su padre y su madre y vivir en un ambiente musical fue determinante. Giulio Caccini fue un compositor pionero en la música monódica y Lucía Lucia Gagnolanti era cantante y compositora. Compositora fue también su hermana mayor, Settimia, y su hermano Pompeo se convirtió en músico y pintor. Su padre, que trabajaba para los Medici, fue el maestro de los tres hermanos y el impulsor de una banda familiar de canto. Francesca destacó por la composición de al menos 16 obras musicales y escénicas. Mañana sonarán sus obras Ch’amor sia nudo y Dove io credea le mie speranze.

Lavinia Fontana también dará color a Anna Isabella Leonarda (1620-1704), una mujer que desarrolló su talento musical en las Ursulinas de Novara, donde profesó los hábitos de esta orden religiosa empeñada en la educación de las niñas y llegó a ser abadesa. De Leonarda cabe destacar sus sonatas, son las primeras publicadas por una mujer y por una prolífica labor creativa que cuajó en más de 200 composiciones musicales. Tuvo especial predilección por motetes, misas y salmos. De esta compositora se estrena mañana en León su obra Sonata Duodécma Op. XVI y Alegro-Alegro, e presto-Vivace, e largo-Spiritoso-Aria, allegro-Veloce .

La Cantata Somos Naturaleza: Aria de Gea, obra de dos jóvenes compositoras como son Sonia Megías (1982) y Eva Guillamón (1978) se intercalará entre las históricas músicas. La máquina del tiempo volverá otra vez hacia atrás para rescatar a Elena Romero Bardosa (1907-1996), la primera mujer directora de una gran orquesta sinfónica en España que también musicó a Juan Ramón Jimémez y Luis de Góngora. Estudió con Joaquín Turina y Julio Gómez y se preparó en dirección de orquesta con Ataúlfo Argenta. Nacida en el seno de una familia bien situada —su padre fue político y columnista de ABC— tanto ella como su hermana hicieron la carrera de piano. Elena se revela pronto como una niña prodigio y los 12 años debuta como pianista en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. Uno de sus principales mentores y gran amigo fue el compositor Salvador Bacarisse. Sus Guittarrerías para piano, con sus dos movimientos, es la pieza que será interpretada.

Luise Adolpha Le Beau (1850-1927) es otra de las mujeres artistas musicales que saldrán del cajón de la historia en el concierto teatralizado del Conservatorio de León por la igualdad. Esta pianista, compositora y crítica alemana firmó más de 60 obras tras debutar con la Baden Court Orquesta tocando el concierto de piano de Mendelson. Sus composiciones fueron solicitadas en la gran Exposición de Columbia de 1893. Una vez más, la biografía musical de otra mujer fue posible gracias al apoyo incondicional de sus padres. Lo cuenta en su autobiografía Lebenserinnerungen einer Komponistin , donde también pone de relieve los obstáculos que tuvo por ser mujer para desarrollar su carrera musical. En el Auditorio de León se escuchará su Sonata para violonchelo en Re mayor op. 17.

La máquina del tiempo, un ingenio del proyecto colaborativo Música para tod@s que también vela por el legado de las mujeres, de Lavinia Fontana llegará hasta hoy y hasta León. Belén Ordóñez , pianista, compositora y profesora del Conservatorio de Música de León, es una de las homenajeadas en el concierto teatralizado. Una artista consolidada que relaciona su música con la palabra y que tiene una especial atención por la música contemporánea con algunos compositores favoritos como el armenio Khachaturian. En un alegato musical frente al olvido, la artista leonesa interpretará sus Memoria s.

Cecile Chaminade (1857-1944) estudió música con su madre antes de ponerse en manos de profesores como Félix Le Couppey, Savart, Martin Pierre Joseph Marsick y Benjamin Godard. A los ocho años de edad ya interpretaba a Bizet, el autor de Carmen, piezas para piano y canciones de salón. Entre sus composiciones sobresalen títulos como Las Amazonas opus 26, una sinfonía dramática, Suite de orquesta o la Ópera Cómica La Sevillana. De sus partituras salieron más de 200 piezas para piano de estilo romántico. El concierto deleitará con su obra Trío para violín (flauta travesera) violonchelo y piano op. 11 .

El recorrido de Lavinia Fontana saltará el charco. En Estados Unidos dará color a Amy Beach , (1867-1944) que tiene el honor de ser una de las primeras compositoras de su país y el mérito de haberse abierto camino en la música fuera de los ambientes prósperos de los que gozaron otras músicas. Pero al fin y al cabo había un piano a su alcance en el matadero donde vivía su familia. Además su madre tocaba el piano, y dicen que también era talentosa, y era cantante y su abuela cantaba en el coro de la iglesia. Así que música no le faltó en el ambiente.

Dicen que Amy tarareaba melodías con solo un año, que con tres aprendió a leer y a los cuatro se inició con el piano. Y a esta edad, quizás incluso más precozmente que Mozart, hizo sus primeras composiciones para piano, unos valses. Tocaba de oído. Su madre empezó a darle clase cuando tenía seis años. No quería que fuera una niña prodigio, dicen. De Händel, Mozart, Mendelssohn, Beethoven y Chopin pasó a interpretar obras de Bach, fascinada por sus fugas.

Debutó con éxito en Boston y tras casarse con un cirujano, que no veía con buenos ojos que se prodigara en los escenarios pero si le animó a componer, desarrolló diversas obras de música coral, cantatas y música de iglesia. Amy estaba llamada a triunfar. Su gran éxito llegó en 1892 con Misa en Mi bemol mayor. Este viernes sonarán Three Browning Songs op.44, The Years at the Spring, Ah, love, but a Day! y I Send my Heart up to Thee .

Las artistas olvidadas recordarán que «sin derecho a la educación estaremos sumergidas en la oscuridad» como les ocurre a las mujeres afganas desde que en el verano de 2021 el retorno al poder de los talibanes segó su destino. Ángeles Rodríguez lanzará este grito en su nombre y en nombre de todas.