QUÉ COMER
Botillo. El placer de caer en la tentación
Tres mil trescientas personas cayeron el año pasado en la tentación, que no vive arriba como afirmaba la archiconocida película de Billy Wilder, sino entre los fogones de los restaurantes que participan en las jornadas gastronómicas ‘Las Tentaciones del Rey’. Este año son 24 y el monarca o la tentación, depende de quien lo defina, no es otro que el botillo. El embutido por excelencia de la gastronomía berciana, la seña de identidad de la mesa tradicionalmente de otoño que se puede comer en cualquier momento del año. Ese es el botillo y, precisamente, desestacionalizar la creencia, romper las barreras temporales que pudieran impedir comer botillo ya avanzado el principio del año es lo que se pretende con las jornadas promovidas por el Consejo Regulador de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Botillo del Bierzo.
Veintidós restaurantes del Bierzo (Ponferrada, Cacabelos, Villafranca, Las Médulas, Molinaseca, El Espino, Vega de Espinareda, Noceda del Bierzo, Cubillos del Sil, El Acebo y Lombillo) y dos restaurantes de Laciana (Villablino y Caboalles de Abajo) dan forma a ‘Las Tentaciones del Rey’, en marcha desde el 24 de febrero y hasta el 26 de este mes. Tiempo más que suficiente pasa disfrutar de la contundencia del botillo en todas sus versiones, siempre bajo la influencia y el hacer de los maestros de las 24 cocinas.
En los menús, con precios que oscilan entre los 15 y los 30 euros, prima el estilo tradicional de botillo con cachelos, chorizo, garbanzos y verdura; pero hay otras opciones, siempre acompañadas de platos con regusto a Bierzo para hacer completa la experiencia. El botillo como elemento de reclamo para los que llegan de fuera. Ese también es el fin de las jornadas gastronómicas de título real, que el botillo sea un motivo por sí solo para que alguien quiera conocer el Bierzo. Y el botillo tiene peso suficiente y, sobre todo, sabor.
Como en ediciones anteriores —la de este año es la séptima— el Consejo Regulador también hará una donación de botillos al Hogar del Transeúnte de Ponferrada.