Las bajas por salud mental aumentan un 30% en jóvenes
Los 100 millones del plan de choque del Gobierno solo arañarán la superficie
Médicos de familia, especialistas de las puertas de urgencias hospitalarias, psiquiatras, farmacéuticos ... ONG de la infancia. Todos, desde su conocimiento de primera mano de la realidad, alertan desde hace meses a los poderes públicos que España vive una auténtica avalancha de problemas de salud mental, iniciada en la segunda mitad de la década pasada y agravada por el duro impacto social y personal de la pandemia y sus secuelas. Una avalancha de casos, coinciden todos, especialmente intensa entre los más jóvenes, que amenaza con desbordar al sistema sanitario.
Lo que es un convencimiento procedente de la experiencia empieza a ser una certeza confirmada por los datos. Un estudio realizado por Fremap, mutua colaboradora de la Seguridad Social, indica que las bajas médicas por trastornos psicológicos se han elevado un 30,9% entre los jóvenes en poco más de un lustro, entre 2015 y 2021. Y aclara que no solo se ha disparado el número de casos sino también su gravedad. Los periodos de incapacidad temporal de estos menores de 33 años con problemas de salud mental se han alargado un 45% en esos siete años, hasta precisar de un tiempo medio de inasistencia al trabajo para su recuperación inicial de 97,6 días, algo más de tres meses.
Es uno de los documentos que ha reunido el Colegio de la Psicología de Madrid para demostrar que España está inmersa en una crisis de salud mental, imposible de afrontar desde los medios y organización actual de la sanidad pública, y que Gobierno y autonomías tienen que poner en marcha de inmediato un plan de choque. Una estrategia que garantice el diagnóstico temprano, la atención en tiempo y forma y que rompa con el actual recurso abusivo a los fármacos como salida fácil al colapso de las consultas especializadas.