Diario de León

La fractura del Gobierno contagia al feminismo y lleva a un 8-M de división

Las ministras se parten en dos pancartas y mujeres críticas con

Manifestación organizada por el Movimiento Feminista de Madrid. JUAN CARLOS HIDALGO

Manifestación organizada por el Movimiento Feminista de Madrid. JUAN CARLOS HIDALGO

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La fractura abierta en el Gobierno por la reforma de la ley del ‘solo sí es sí’ permeó el ambiente habitualmente festivo del Día de la Mujer. Un punto de inflexión en la coalición que ha traspasado las fronteras del Congreso trasladándose a las calles, donde la brecha es aún más profunda por la ley trans. Las normas estrella del Ministerio de Igualdad han dado impulso a la corriente feminista identitaria, cuya agenda engloba también la de los colectivos LGTBI+. Pero esta se ha topado con una fuerte oposición —liderada por históricas dirigentes como Carmen Calvo— en un dividido PSOE. Algo que también ha calado en una parte del movimiento violeta que percibe como una «invasión» y un «borrado de las mujeres» cuestiones como la libre autodeterminación de género.

Este debate se escenificó en Madrid, con dos manifestaciones paralelas, en el mismo lugar y con un inicio distante apenas media hora. La organizada por la Comisión 8-M, con representación del PSOE, Unidas Podemos, PP o Ciudadanos (formaciones que marcharon por separado); y otra, más minoritaria, puesta en marcha por el Movimiento Feminista de Madrid, que rechaza la ley trans del Gobierno y, entre sus reclamaciones, pide la abolición de la prostitución, la dimisión de Montero y la reprobación del presidente, Pedro Sánchez por sus, afirman, «chapuzas» legislativas.

Por la mañana, el cisma en el Gobierno ya se había evidenciado en los actos oficiales. Ningún ministro ni diputado socialista acudió al evento organizado por el Ministerio de Igualdad con el título ‘Ahora que ya nos veis, hablemos de todo’. Sánchez también evitó la foto con la número dos de Podemos y encabezó un acto a la misma hora en la Moncloa con mujeres empresarias.

En el transcurso de la convocatoria de Igualdad, Irene Montero fue interrumpida entre gritos de «dimisión» por un grupo de feministas. «Si queréis podéis subir y presentar vuestros argumentos», les invitó la ministra, mientras el resto del público gritaba «¡Fuera, fuera, fuera!». Una persona de la organización facilitó un micrófono a la cabecilla del grupo crítico y ella lo utilizó para lanzar a la número dos de Podemos una pregunta directa: «¿Ministra, qué es una mujer?», en alusión a las políticas transgénero.

Todo derivó en un intercambio de pareceres en el que Montero defendió que «lo importante es que por el hecho de serlo las mujeres tenemos más riesgo de sufrir violencia y pobreza y por eso es importante que hagamos política que respeten a todas las mujeres». «Quizá lo que nos queréis explicar es que no hay mujeres que tienen pene», zanjó la titular de Igualdad. «Pensamos que hemos nacido con una realidad biológica que vosotras negáis», finalizó su intervención la joven que trataba de reventar el acto, entre abucheos del público.

El día anterior había acabado igual de bronco, con los socios del Gobierno envueltos en una refriega en la que el portavoz parlamentario de los socialistas, Patxi López, llegó a calificar de «mentirosos» a los morados y de «impresentable» su actitud. También afeó a la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, que no se hubiera «implicado más» para alcanzar un acuerdo. El PSOE reprocha a Podemos un discurso que consideran «cada vez más alejado de la realidad». Para los de Belarra, sin embargo, la propuesta de Ferraz para reformar la ley del ‘sí es sí’ es «la primera involución de derechos en toda la legislatura», como espetó la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, que el miércoles estaba en el Senado para la votación de la ley de bienestar animal. Otra norma con la que la coalición se ha enzarzado y dividido.

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