Uno de los grandes dramaturgos
alfonso garcía
Pocos nombres han alcanzado la altura de Calderón de la Barca en la historia del teatro universal. Domina las técnicas más audaces del Siglo de Oro y, recogiendo el testigo del arte nuevo lopesco, lo trasciende por su fuerza dramática y su dominio del lenguaje, por su maestría para elaborar las tramas y crear caracteres profundamente humanos.
Con una obra tan rica, variada y compleja, este volumen de ocho piezas esenciales nos sumerge en su teatro para descubrirnos la profundidad y versatilidad de uno de los dramaturgos más grandes de nuestras letras, al que nos acerca Ignacio Amestoy en una Introducción clara y clarificadora que aporta las claves necesarias para contextualizar y valorar su obra y cada una de las piezas contenidas en el volumen: La cisma de Inglaterra, El príncipe constante, La dama duende, Casa con dos puertas mala es de guardar, La vida es sueño, tal vez su obra favorita, El médico de su honra, El mágico prodigioso y El alcalde de Zalamea, paradigma esta de la comedia de comendador que se asienta sobre una obra anterior de Lope y eleva la figura de Pedro Crespo, villano que juzga y ejecuta al capitán que abusó de su hija y es refrendado por el rey. Una oportunidad para apreciar también el valor de lo cómico en el teatro calderoniano a través de sus donaires y graciosos como herencia lopesca.
En fin. Una excelente síntesis y ejemplaridad del teatro calderoniano con comedias de tema histórico, de capa y espada, de amor y celos… en una edición impecable como conjunto y posibilidad selecta de lectura. Calderón muere en 1681 y hasta ese mismo año nunca deja de escribir. Ha vivido lutos, guerras, cierres de teatros… y como legado más preciado nos deja una obra monumental que va más allá de las fronteras del teatro del Siglo de Oro para elevarse a las cimas de la literatura universal.