LAS LOAS DEL MITECO A LA DESPOBLACIÓN PARA CONSTRUIR PARQUES EÓLICOS

El Boletín Oficial del Estado publicaba el pasado 21 de febrero una Orden por la que se creaba la División Eléctrica. En ella, el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico deja claro el objetivo de «acelerar la tramitación de proyectos renovables y contribuir en el corto plazo a una mitigación de los precios de la energía». Además, subraya la necesidad de simplificar y reducir los trámites administrativos. Asimismo, la Orden define a España como uno de los lugares más atractivos del mundo para desarrollar proyectos renovables. Y, entre las causas de este interés, enumera la apuesta decidida desde el Gobierno por estas tecnologías, la fuerte caída de costes de las tecnologías eólica y fotovoltaica y las excelentes condiciones de nuestro país para desarrollar este tipo de proyectos. Entre ellas cita, además de los recursos solar y eólico, las bajas densidades de población en gran parte del territorio. Desde luego, toda la zona de La Cabrera concuerda con las tesis de la ministra Ribera, hasta el punto de que en sus pueblos hay menos de cuatro habitantes por cada kilómetro cuadrado, un paraíso para las renovables, que apenas encuentran oposición. Ernesto Díaz, coordinador de la Plataforma en Defensa de la Cordillera Cantábrica, destaca que si se tomara cada uno de los proyectos eólicos que se quieren instalar en La Cabrera de manera individual sería un atentado natural. «Juntos, son simplemente inasumibles. No hay medidas que lo hagan posible», y recuerda que lo que se quiere instalar en la comarca son 120 aerogeneradores de 200 metros de altura, 200 torres de alta tensión, cien kilómetros de pistas y 140 kilómetros cuadrados de afección por los polígonos de los diferentes complejos. «Luego, ya para completar está el centro eléctrico y el pantano», dice con ironía mientras critica que en un momento de calentamiento global haya empresas que aún piensen en construir presas. «Las pistas destruyen los acuíferos, la instalación de los parques eólicos provoca una mortandad de aves desconocida hasta ahora y perjudica en las zonas altas el efecto de captura de CO2, tan importante para los ecosistemas». Ernesto Díaz destaca que han presentado alegaciones para impedir que finalmente las eólicas coronen los Montes de León, pero pide más implicación a la Junta y recuerda al Gobierno que tiene que decidir entre «conservar especies únicas que habitan un ecosistema muy frágil o permitir los macroproyectos. «Decir que un embalse y una presa son proyectos reversibles es una broma», dice en referencia a la central hidroeléctrica que pretende construir Capital Energy en el río Cabrera, entre los municipios de Castrillo de Cabrera y Encinedo. «Lo que hay que decir a los promotores es que no somos gilipollas, que La Cabrera es el río mejor conservado de la Península Ibérica, con bosques de galería que están entre los más valiosos de Europa y con especies que, como la trucha y el desmán, están en condiciones únicas».