Miño-Sil: Unión a favor del agua
Conseguir el buen estado de todas las masas de agua y promover un uso sostenible en un contexto de cambio climático son los pilares de la CHMS
Proteger el agua es la base de la actividad de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, pero en esa labor no puede ir sola. El cuidado de un recurso imprescindible para la vida debe involucrar a toda la sociedad y a esa concienciación es a donde dirige el mensaje el organismo de cuenta cuando se celebra el Día Mundial del Agua, que «es una oportunidad única en la vida para unirnos en favor del agua y acelerar juntos los avances en esta esfera», aseguran fuentes del mismo.
«Nuestros objetivos principales de gestión son los propios de la planificación hidrológica, es decir, alcanzar el buen estado en todas nuestras masas de agua y las zonas protegidas y prevenir el deterioro adicional de las mismas, además de promover el uso sostenible del agua, más aún en este contexto de cambio climático en el que debemos conseguir la seguridad hídrica para todos. En todo ello se enfoca el nuevo Plan Hidrológico, que contempla hasta 321 actuaciones para alcanzar los objetivos ambientales de las masas de agua, con un presupuesto global de más de 444 millones de euros hasta 2027.
Entre las actuaciones programadas están las dirigidas a combatir la contaminación puntual, las de restauración y conservación de las masas de agua, las relacionadas con la mejora de la gobernanza centradas en la digitalización y en la mejora de las redes de control; así como las relativas con la gestión del riesgo de inundación.
La prevención y preparación frente a los fenómenos extremos, «cada vez más frecuentes», es otra de las prioridades de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, así como la adaptación al cambio climático. «En este sentido, es imprescindible hacer un uso sostenible del agua y establecer medidas de ahorro y de concienciación social por parte de las administraciones, sobre todo por los ayuntamientos, que son lo que tienen las competencias en abastecimiento a las poblaciones», subrayaron desde Confederación.
Los datos no dejan lugar a dudas sobre el cambio climático. El pasado año hidrológico fue el segundo más seco desde 1980, con un escenario de sequía que se ha alargado durante todo el año 2022. «Si analizamos las situaciones de sequía prolongada, observamos que cada vez son más frecuentes e intensas. A la vez, el inicio de este año hidrológico ha sido de los más húmedos desde 1980, produciéndose crecidas muy importantes y caudales máximos en lo que va de siglo. Por eso, en este ciclo abordaremos un estudio específico de adaptación a los efectos del cambio climático de acuerdo con la nueva ley», adelantó la Miño-Sil.
El nuevo plan hidrológico
En el Plan Hidrológico destaca la nueva delimitación y caracterización de las masas de agua subterráneas, que han pasado de 6 masas a 24; el inventario de recursos hídricos naturales y el impacto del cambio climático que se ha cuantificado en una reducción del 8,5% para 2039, y la definición de todos los componentes del régimen de caudales ecológicos de todas las masas de agua. Así mismo, se han fijado los valores máximos de excedentes de nitrógeno que pueden recibir las masas de agua afectadas por contaminación difusa procedente de las actividades agrarias para alcanzar los objetivos ambientales previstos en el Plan Hidrológico.