Un recurso de todos y para todos
La apuesta de la agricultura por la modernización de los regadíos es fundamental para garantizar una correcta optimización del agua, y es que el sector absorbe más de un 80% del los recursos hídricos que hay en España
El Día Mundial del Agua, que hoy se celebra, tiene como principal objetivo concienciar acerca de la importancia de cuidar los recursos de agua en el planeta, un elemento vital para la vida de todas las especies de la Tierra.
Con la celebración de esta efeméride se pretende dar a conocer la crisis mundial del agua y la problemática que afrontan millones de personas que no tienen acceso al suministro de agua potable, así como las medidas urgentes que se deben tomar al respecto.
El agua es un derecho fundamental para la preservación de la vida, en todas sus formas.
Más de un tercio de la población mundial no goza de los servicios de agua potable segura, lo que se traduce a más de 2.000 millones de personas que no reciben el agua de calidad en sus hogares.
En nuestro país, el principal uso del agua es el regadío y usos agrarios, que supone aproximadamente el 80,5% de esta demanda, seguido por el abastecimiento urbano que representa el 15,5%. Tras ello estaría el uso industrial.
Es por ello que el sector agrícola juega un papel fundamental a la hora de garantizar el buen uso del agua, de cara a cumplir los objetivos de sostenibilidad marcados a nivel mundial en la Agenda 2030.
Ese buen uso pasa indiscutiblemente por la modernización de los regadíos, una apuesta que permite fijar población en el medio rural, incrementar los rendimientos y también obtener una producción más sostenible gracias a un menor consumo de agua. Es por este motivo por el que la agricultura de la Comunidad ha incrementado la superficie de regadío en 77.789 hectáreas en la última década, un 2,3 % más, al pasar de las algo más de 394.000 que se registraban en 2010 a las 471.895 del año 2021, según los datos de la Encuesta de Superficies y Rendimientos de Cultivos del Ministerio de Agricultura.
En León, de las 290.000 hectáreas de cultivo que existen en la provincia en el momento actual, 129.000 son de regadío, lo que representa un 44,5% del total de la superficie cultivable provincial, siendo con diferencia la que cuenta con mayor porcentaje en Castilla y León, que a su vez es la primera región en superar el millón de hectáreas en España.
Esto implica un uso más optimo del agua en la provincia, ya que con la modernización de los regadíos la reducción del consumo oscila entre un 30% y un 40%. Además, la utilización de los fertilizantes y fitosanitarios es más adecuada lo que ayuda a una mayor reducción de los gastos, facilita el incremento de las producciones y mejora las condiciones de vida de los agricultores.