LOS ENIGMAS DEL INCENDIO DEL WINDSOR
¿Accidente o sabotaje? ¿Puede una colilla quemar un edificio entero? ¿Qué hacían dos personas en el interior durante el incendio? ¿Qué pinta el excomisario José Manuel Villarejo en esta historia? ¿Quiénes eran los miembros de la familia Reyzábal, los exdueños del Windsor? Son algunas de las cuestiones que propone ‘La maldición del Windsor’
Las llamas redujeron a cenizas el edifico Windsor el 13 febrero de 2005. La sentencia sobre siniestro se resolvió de forma muy rápida y sencilla, dejando muchas preguntas en el aire. Una serie documental de cuatro capítulos disponible al completo en la plataforma HBO Max, propone al espectador un juego detectivesco para intentar resolver uno de los casos españoles más enigmáticos de principio del siglo XXI: el fuego que destruyó la Torre Windsor, el icónico rascacielos de Madrid, en la fría noche del 12 de febrero de 2005.
Coincidiendo con el decimoctavo aniversario del suceso, este nuevo proyecto del canal temático, elaborado en colaboración de Producciones del Barrio, se fija en este incendio que mantuvo en vilo al país durante una larga madrugada. La Torre Windsor era un edificio de oficinas de más de cien metros de altura situado en el corazón financiero de la ciudad. Ardió por completo y el siniestro se retransmitió en directo por televisión. Mientras las llamas arrasaban un edificio de 32 plantas se originaban multitud de preguntas que hoy continúan sin respuesta y que abrieron la puerta a todo tipo de hipótesis.
«Conseguimos diferentes hallazgos durante la producción y las entrevistas, como descartar, sin querer ser jueces, algunas de las especulaciones y leyendas que hubo alrededor del incendio», dice el director y guionista de la serie documental, Raül Calàbria. Junto al resto del equipo, realiza la ‘autopsia’ al cadáver de acero y hormigón en el que se convirtió el icónico edificio, un recorrido por todo lo que desencadenó el incendio más grande de un rascacielos en la historia de España. Porque la interesante propuesta de este proyecto es que todas las teorías e hipótesis sobre la causa del fuego están sobre la mesa. El espectador va a poder entrar en el juego y decidir.
Llamas descendentes
Tras el incendio, las llamas se desbocaron por un cúmulo de circunstancias sospechosas: la presión de agua era inexistente en el edificio, aparecieron unas misteriosas llamaradas de color azul y el fuego se propagó de manera descendente en vez de ascendente, como suele ser lo habitual.
Los bomberos no pueden hacer nada y abandonan el edificio, que termina desplomándose como lo hicieron las Torres Gemelas de Nueva York en 2001, solo cuatro años antes. Antes del derrumbe de la negra torre, aparecen unas sombras en una de las ventanas del edificio. Los conocidos como ‘fantasmas del Windsor’ que dan pábulo a todo tipo de elucubraciones sobre qué o quiénes eran, qué podían estar buscando y, sobre todo, cómo entraron en la estructura en llamas.
La primera sentencia sobre el incendio se centró en la colilla del pitillo que había fumado una de las empleadas del edificio. ¿Fue una investigación chapucera? «Fue rara. Es extraño que aparezcan dos personas en el edificio, los famosos fantasmas, que el juez lo atestigüe, pero que no pase de ahí. Es raro que los bomberos se apresurasen tanto en decir que fueron reflejos. ¿Por qué se meten en este berenjenal?», cuestiona Calàbria.
Dudas y sospechas
«Fue una sentencia que se resolvió de una forma muy rápida y sencilla. Quedaron multitud de preguntas en el aire», añade Víctor Morilla, productor ejecutivo y responsable de argumento y desarrollo del proyecto en Producciones del Barrio. ¿Puede una colilla ser la causante de un gran incendio? «Incluso los bomberos dicen que es raro», plantea el guionista.
«También es extraño que el edificio se demoliera tan rápido, cuando los arquitectos decían que no había peligro de derrumbamiento. ¿Por qué se dictaminó la demolición y no se investigó más? Abre la puerta a especulaciones y explicaciones», subraya Calàbria, quien añade que, con este caso, al que le dedicaron más de dos años de producción, «te acabas perdiendo en una marisma que es lo que hace especial y leyenda esta historia».
La serie documental también aborda un asunto menos tratado en el suceso: la historia de poder y las luchas internas de los Reyzábal, una de las familias más ricas del país.
«El Windsor tenía un montón de ingredientes diferentes, desde la conspiración de fantasmas hasta los supuestos complots bancarios, o la sospecha sobre cómo se atajó el fuego. Descubrimos que detrás había una saga familiar y permitía entender la génesis de ese edificio», explica Morilla. Y, finalmente, la aparición en escena de uno de los personajes omnipresentes en los asuntos más opacos de la actualidad española: el excomisario José Manuel Villarejo.