Isabel y Nazaret, dos leonesas que vencen las barreras a la discapacidad
Con la ayuda de Aspaym León y Bierzo han logrado superar barreras para encontrar trabajo
La vida laboral de Nazaret Martins García ha sido un peregrinaje. A sus 47 años, esta mujer con discapacidad sensorial oriunda de Torre del Bierzo, ha pasado por el comercio con una sustitución de vacaciones, ha sido temporera en las campañas de la vendimia, las peras y la castaña del Bierzo y ha trabajado en la pizarra.
Hasta que conoció a un chico que le habló de Aspaym y de su programa de empleo. Desde hace un año tiene un contrato indefinido en el sector de limpieza, primero a media jornada y ahora a tiempo completo. «Económicamente me maravilla ser independiente y poder valorar mi capacidad como persona», comenta.
A simple vista, Nazaret no parece que tenga limitaciones físicas. Pero tiene reconocido un 47% de discapacidad física y sensorial. Su experiencia, hasta que entró en el programa de empleo de Aspaym, ha sido bastante dura. «Con un 47% de discapacidad te lo ponen muy difícil. Ni siquiera te dan la oportunidad». En el trabajo se siente como una más, aunque es consciente de que tener una discapacidad «nos obliga a esforzarnos más, tenemos que demostrar que valemos».
El hecho de ser mujer es un obstáculo añadido: «En más de una ocasión me echaron para atrás por ser mujer y es una situación muy triste e injusta», alega.
Para Nazaret el trabajo es fundamental en su vida. «No quiero estar tumbada y tomando pastillas. Sé que puedo luchar y salir adelante», afirma. Su caso es un referente para otras personas en situaciones similares. «A todos les digo que se animen a luchar y se levanten, que busquen y no se desanimen por nada del mundo».
Nazaret Martins García, 47 años y con discapacidad sensorial: «Puedo luchar; no quiero estar tumbada y tomar pastillas»
La tasa de paro de las personas con discapacidad es ocho puntos superior a la de la población sin discapacidad y la diferencia se acrecienta en el caso de las mujeres. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2021 la tasa de desempleo de las personas sin discapacidad era de 14,7% y de 22,5% en el caso de las que tienen alguna discapacidad, una cifra que aumenta al 23% en el caso de las mujeres.
Para paliar estas brechas, entre personas con discapacidad y sin discapacidad y entre hombres y mujeres, Aspaym tiene en marcha programas de empleo para personas con discapacidad en la provincia. Una de las primeras barreras que quieren borrar es la menor demanda que observan de este servicio en las mujeres. En El Bierzo, en 2021 fueron 123 personas atendidas y 41 mujeres y en 2022 acudieron 106, 41 de ellas mujeres.
Verónica Arias, técnica de empleo de Aspaym en El Bierzo: «La mayor barrera que encontramos en las empresas es el estigma de la discapacidad»
El nivel de inserción laboral entre las mujeres que ingresan en el programa es elevado. En 2022 se lograron 34 contratos para mujeres y 24 fueron insertadas. Además, 18 contratos se realizaron por empresas ordinarias y 12 mujeres fueron insertadas.
La delegación de Aspaym en El Bierzo, con sede en Camponaraya, cuenta además con otra herramienta especifica para la inserción laboral de mujeres con discapacidad. Desde 2021 hasta febrero de 2023 ha insertado a diez mujeres. Este programa suma a mayores talleres de empleo y liderazgo, habilidades sociales y periodo de prácticas. «Hay que focalizar la formación y buscar un lugar de prácticas», comenta la técnica de empleo de Aspaym en El Bierzo, Verónica Arias.
Entre 2021 y 2022 mermó el número de contratos —de 97 a 82— pero «la calidad se vio favorecida» y aumentó la oferta de trabajo a las mujeres. Los sectores en los que se han insertado son variopintos: limpieza, manufactura, transporte, servicios sociales, atención a personas con discapacidad, salud, tareas administrativas y técnicas de mantenimiento, entre otras.
El perfil de las mujeres con discapacidad que llegan al programa de empleo en Aspaym Bierzo es de pluridiscapacidad, con predominio de discapacidad física, psíquica y sensorial. En la mayoría de los casos son personas con discapacidad sobrevenida.
«La mayor barrera que observamos cuando nos ponemos en contacto con las empresas es el estigma de la discapacidad», señala Verónica Arias. Por eso el servicio de empleo, que es gratuito, se centra mucho en explicar «más y mejor para que la gente que contrate a personas con discapacidad quite ese estigma», apunta.
Las mujeres sufren una doble discriminación. La técnica de empleo relata situaciones relacionadas con el sesgo de género que se producen ante ofertas de trabajo. «Hay empresas que nos dicen que solo quieren hombres y otras que lanzan ofertas exclusivas para mujeres, sobre todo en el sector de limpieza, cuidados, ayuda a domicilio, etc.».
Con este programa están observando un aumento de la participación en el mundo laboral de las mujeres con discapacidad. «Motivarlas para que participen en entrevistas de trabajo es fundamental», añade Arias. Es el primer paso para lograr el objetivo.
Isabel Martínez Taranilla llegó hace cinco años a Aspaym León con dos titulaciones bajo el brazo —Grado Superior de Administración y Finanzas y Secretariado— y muchas dificultades para acceder tan siquiera a las entrevistas en su búsqueda de empleo.
«Buscando empleo por fuera no llegas a tantos sitios ni a tantas entrevistas como desde aquí. Con Aspaym en todas las ofertas, al menos para una entrevista me han llamado». Ha conseguido contratos para grabar becas en la Dirección Provincial de Educación, ha sido teleoperadora, recepcionista en un hotel y ha trabajado en los ayuntamientos de Villazanzo de Valderaduey y Villamartín de Don Sancho, próximos a su localidad natal, Velilla de Valderaduey.
Isabel Martínez Taranilla, de Velilla de Valderaduey, con discapacidad física: "A veces me han rechazado al ver las muletas, pero he sabido remontar y seguir luchando"
Ahora trabaja como administrativa en la Escuela Oficial de Idiomas (EOI) de León. Isabel ha vivido en primera persona barreras en su triple condición de persona con discapacidad, mujer y habitante de un pueblo. «Tener una discapacidad física, vivir en el mundo rural y no tener carné de conducir, sin apenas transporte público, te limita mucho. Pero nunca he dejado de luchar».
«A veces me han rechazado al ver las muletas que uso, pero he sabido remontar y seguir luchando. Es lo que hay, si les parece bien, bien y si no, mal; no me voy a echar a llorar», añade. Su familia ha sido su puntal desde que nació, «me han tratado como a mis hermanos». Esto le ha ayudado a tener una vida social plena, «a veces demasiado ajetreada», confiesa. Cuando planteó ir a estudiar a Astorga, en su casa le respaldaron y en la enseñanza nunca «nunca he tenido barreras. Me ha ido bien». Tampoco se ha puesto obstáculos, «ni metas que no pudiera conseguir. Hay que asumir lo que somos y lo que nos pasa. Es muy importante aceptarte cuando tienes una discapacidad».
En Aspaym León cuentan el programa de itinerarios personalizados de empleo y el Incorpora que financia la Fundación La Caixa. Durante 2022 un total de 60 personas participaron en los itinerarios personalizados, 27 mujeres y 33 hombres y se han logrado 23 contratos para mujeres y 22 para hombres. Este programa aumentó la demanda respecto a 2021, año en el que se registraron 39 personas (20 hombres y 19 mujeres) de las que 16 encontraron trabajo.
El sector de la limpieza, puestos como el de mozo de almacén, celadora, administración, reparto de publicidad, operario de lavandería y vendedora de la Once son algunos en los que se han insertado las mujeres que han acudido a este servicio de empleo en Aspaym León.
En el programa Incorpora durante 2021 participaron 26 mujeres de Aspaym (otras llegaron a través de la asociación Valponasca y de Cocemfe) y 14 fueron insertadas. En 2022 participaron 25 mujeres y 15 fueron insertadas.
Margarita Rivero, trabajadora social de Aspaym en León: «Muchas veces se cree que la mujer con discapacidad es la que tiene que quedarse en casa para cuidar a los padres»
La trabajadora social y orientadora de Aspaym León, Margarita Rivero Bajo, comenta que las demandantes del servicio son mujeres con predominio de discapacidad física y pluridiscapacidad con problemas psicológicos, muchas veces derivados de la situación en el entorno familiar.
Las barreras familiares para acceder al mundo del trabajo se ven a menudo. «Muchas veces se cree que la mujer con discapacidad es la que tiene que quedarse en casa para cuidar a los padres», comenta Rivero.
A mayores, las mujeres con discapacidad sufren el problema de la falta de transporte para aceptar determinadas ofertas de empleo que implican desplazarse a polígonos industriales o a otras localidades de la provincia. «Hay puestos que no se cubren en el polígono de Onzonilla y a veces también por falta de formación», añade.
En el programa Incorpora trabajan con otras entidades como Valponasca y Cocemfe y cuentan con una plataforma donde se comparten todas las ofertas de trabajo destinadas a personas con discapacidad o colectivos en situación de vulnerabilidad.
La tasa de discapacidad por mil habitantes es superior en mujeres que en hombres en la provincia de León. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), las mujeres arrojan una tasa de 29,09 discapacitadas por cada mil habitantes en el tramo de 6 a 44 años, mientras que los hombres de estas edades están en 20,64 por mil habitantes.
En el grupo de 45 a 64 años es de 93,55 para mujeres y de 87,31 para hombres. En el grupo de edad de 65 a 79 años es de 220,34 en las mujeres y de 191,96 en los hombres, mientras que en las personas de 80 y más años la tasa de discapacidad se dispara a 539,91 por mil habitantes en mujeres y a 465,47 entre los hombres.