Un policía que empatiza con la gente

Álvaro Ocejo estudió Derecho y trabajó en un despacho de abogados pero se dio cuenta de que «no era lo mío». Cuando en la Academia de Policía le preguntaron por qué eligió esta profesión contestó: «Quiero que la gente sepa que cuando estás a su alrededor, está segura». Le gusta la calle y empatiza con la gente. Cuando estaba en la academia oía a una profesora hablar de las Zeta (las patrullas de seguridad ciudadana) con tanta pasión que le parecía exagerado. Ahora lo entiende y, de momento, no aspira a trabajar en otros servicios. «Lo bonito del Zeta es que no tienes dos días iguales y como pilles un compañero bueno, que te enseñe, aprendes a salir de cualquier situación manteniendo la calma», asegura. David, ‘Fibri’, y Marcos han sido sus mejores maestros en la Comisaría de León. «En la policía, un compañero es todo». El viernes cuando la radiopatrulla fue requerida para un intento de suicidio fue él el maestro de Silvia Gago.