Hermoso e intenso santoral laico

alfonso garcía

Cada día del año tiene su relato. Trescientos sesenta y cinco historias deliciosas, ocurrentes, breves pero intensas, con fecha señalada de mes y día. Un santoral laico, en fin, que hace de este un libro diferente. El lector puede leer cada día la historia correspondiente y permanecer vinculado a la sorpresa y la intensidad jornada tras jornada. Un inventario de prodigios, un almanaque de invenciones que bien puede convertirse en libro de cabecera para conocer al protector de nuestro vivir diario. O a la invención diaria de una situación curiosa o rocambolesca.

Tomás Sánchez Santiago, que prologa y santifica estas vidas de papel e imaginación, advierte que vamos «a empezar a deshojar el taco de este portentoso almanaque que Antonio Toribios propone en El envés de los días, toda una prueba de que se puede compaginar la cohetería deslumbrante de la imaginación con los hilos impuestos por la vida. Todo un desafío a la obediencia diaria a aquel astrolabio cotidiano y familiar –el almanaque- que dejó siempre servidos nombres, rasgos y recados de sensatez que aquí saltan por los aires, como las propias vidas llenas de improvisación de quienes van presentándose día a día ante los asombrados ojos de quien debe leer y aceptar sin reservas los dislates de esta deliciosa cabalgada de viñetas donde menudean vicisitudes sin tasa».

¿Qué más se puede decir? Personalmente, me quedo con la sensación, real, de uno de los libros más intensos e interesantes que haya leído en los últimos tiempos. Por la variedad de situaciones propuestas, de gran intensidad, disparatadas habitualmente –como lo es ese largo elenco onomástico, que en sí ya constituye un relato-, donde el humor, la ironía o el sarcasmo tienen la entidad para sorprendernos en todo momento o, fiel observador, reconstruye hechos, situaciones, debilidades o disparates de manera muy hábil e ingeniosa. Y es que a la poderosa imaginación del autor, que se intensifica en los desenlaces, hay que añadir la capacidad narrativa, con no pocos hallazgos, la estructura de los relatos, su pulcra construcción y el manejo de una prosa limpia y eficaz. Una lectura deliciosa, en fin, muy recomendable.