Diario de León

«Al pobre rey leonés Alfonso IX le engañaron todos»

l José Ángel Mañas cerrará su trilogía de la Edad Media con Berenguela l Acaba de publicar una novela sobre el conquistador Gonzalo Guerrero

El polifacético escritor, guionista e historiador madrileño José Ángel Mañas

El polifacético escritor, guionista e historiador madrileño José Ángel Mañas

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verónica viñas

A los 23 años escribió en dos semanas su aclamada Historias del Kronen. Aparte de ganar un Goya como guionista, no ha dejado de publicar éxitos. Desempolvó la figura de Don Pelayo, que, según él, es «nuestro rey Arturo» y planea cerrar su inmersión en la Edad Media con una novela dedicada a Berenguela, esposa del rey leonés Alfonso IX, del que dice que «al pobre, le engañaron todos».

Junto a Jordi Ledesma acaba de ganar el Premio Ciudad de Santa Cruz de Novela Criminal por En el descuento, «una novela negra, puramente criminal», dice Mañas. Una obra en la que el protagonista, el Chúster, es «un héroe trágico», al frente de una legión de perdedores, que muestran los espacios más sórdidos del alma humana.

«Somos unos talibanes del género», explica el autor del reciente ¡Fernán González!, el hombre que forjó Castilla, que eligió a Ledesma como compañero literario porque «nos caíamos bien». El resultado «es un tercer autor, que ni es Ledesma ni Mañas», dice, en el que cada uno ha hecho lo que mejor sabe. Ledesma se ha encargado de la atmósfera y Mañas de «la estructura matemática de la historia». Aclara que no hay «violencia gratuita». Y que el protagonista «tiene un punto de integridad moral, aún rodeado por el fango».

Mañas es tan prolífico —40 libros entre novelas, ensayos y poesía en dos décadas, sin contar las once entregas de El hombre de los 21 dedos, un antihéroe mezcla de Torrente y James Bond, en colaboración con A. D. Leiva— porque, sencillamente, escribe todo el día. «No hago otra cosa». Y cambia de género como de camisa, porque «el realismo histórico puede cansar». Acaba de llegar a las librerías una novela con la que cierra otra saga, la de la conquista de América. Tras Conquistadores de lo imposible, un apasionante relato sobre los españoles que buscaban una ruta a las Indias, Guerrero sigue los pasos de este veterano soldado que formó parte de una expedición cuando tenía 40 años y acabó naufragando en las costas de Yucatán. Gonzalo Guerrero es uno de esos personajes ‘oscuros’, tachado de traidor y relegado de la historia oficial. «Elegí a Guerrero porque buscaba personajes representativos de aquella época y me faltaba este tipo, que se casa con la hija de un cacique y no quiere regresar a España».

Nuestro Lawrence de Arabia

Una mezcla de Lawrence de Arabia y John Smith, pero «más potente». «Guerrero se integra y acaba siendo gran capitán de los mayas». El marino onubense acaba luchando contra los españoles, que le apodan ‘el Renegado’, mientras que en México es considerado padre del mestizaje.

El autor de Todos iremos al paraíso se fijó en él porque «es un personaje muy curioso, muy original y poco visto», confiesa. «La historia de España tiene muchos tipos singulares, con unas peripecias fantásticas», asegura Mañas, licenciado en Historia y uno de los escritores que más vende. «Todo lo de la conquista es fascinante, cuesta creer que sucediera, como el abrazo de Hernán Cortés y Moctezuma o la historia de Orellana o la de Cabeza de Vaca, que naufragó en la desembocadura del Misisipi y recorrió a pie más de 8.000 kilómetros hasta llegar a Nueva España». Habla con pasión de unos aventureros que parecen más ficticios que históricos. «Me impresionó cómo Guerrero, que había estado con el Gran Capitán y 20 años en la campaña de Italia, llega a identificarse con una gente, los mayas, que han sacrificado a sus amigos. Lo vive como una especie de esquizofrenia. Es como cuando cambias de equipo de fútbol y tienes que enfrentarte a tu antiguo club», sostiene.

«La conquista de América es un período del que es imposible apartar los ojos», afirma. Sin embargo, con Guerrero quiere zanjar ese capítulo tan controvertido de la conquista del Nuevo Mundo.

Primero elige un personaje, luego se documenta y, finalmente, escribe la historia. «Al principio crees que sabes algo de la historia, pero cuando profundizas, te das cuenta de que no sabías casi nada», admite.

«Me gusta la realidad social», asegura, «a veces, la miro de frente y, otras, me voy al pasado». De ahí sus continuos ‘viajes en el tiempo’. «Eso también lo hacían Tolstoi o Galdós, que tenía sus Episodios nacionales, pero cuando escribió Trafalgar aún pudo hablar con testigos de la batalla», cuenta. «Voy cogiendo hitos y los alterno con otras historias». En algunas de ellas aparece León —entre otras cosas, porque «mi madre es astur-leonesa»—, como en el libro de Fernán González. «Castilla era un condado, una excisión, por eso, perfectamente podría haber sido León y Castilla». «Es falso que Fernán González fuese el primer conde independiente de Castilla», precisa. El primer conde fue Rodrigo y Fernán González actuó siempre a las órdenes del monarca leonés Ramiro II. A través de Fernán González cuenta por qué Castilla se convertirá en la punta de lanza de los reinos cristianos, «una Castilla que era muy diferente a lo que la gente piensa».

El rey Arturo español

Antes de escribir ¡Pelayo!, Mañas se cuestionó cómo era posible que los romanos tardaran 200 años en conquistar Hispania y los árabes se hicieran con la Península en unos meses. «Ocurrió como en la conquista española de América, que los nativos no tenían una sociedad organizada». Y en el año 711 hay un nombre incuestionable: Pelayo. Un caudillo emboscado en los Picos de Europa combatiendo a los invasores. El primer rey mítico y cristiano. Pelayo ganó la primera batalla de la cristiandad contra los árabes. Mientras historiadores y escritores han engrandecido la figura del rey Arturo, «Pelayo, que es un gran héroe nacional, no ha tenido esa leyenda», asegura el escritor .

Un matrimonio maldito

Mañas retorna a la Edad Media, a la corte de Alfonso IX de la mano de Berenguela, novela que verá la luz en otoño. «Se habla de la Corona de Castilla o la de Aragón, pero se desconoce la historia del reino de León y que en San Isidoro se celebraron las primeras Cortes».

Con Berenguela se topó por casualidad, mientras investigaba sobre las Navas de Tolosa. Y la dejó ‘en reserva’. Sin duda es uno de esos personajes capaces de seducir al autor de Los árboles mutantes también lloran. Entre otras razones, porque hay pocas mujeres que no quedaran relegados en la oscura Edad Media. «Había menos documentación sobre Fernán González o Don Pelayo que sobre Berenguela», asegura. «Ya estamos en el siglo XIII y hay cartas y testimonios; quizá, demasiados».

Le enterneció la historia de amor con Alfonso IX. Para ella, era su segundo esposo, tras su matrimonio con el duque de Rothenburg, quinto hijo del emperador germánico Federico I Barbarroja. Una unión que fue cancelada cuando nació el hermano de Berenguela y ella perdió los derechos al trono de Castilla. En el año 1197 tuvo lugar el enlace con el rey leonés, que del que era prima lejana. A pesar de tener cinco hijos, su unión solo duró siete años, porque el papa Inocencio III anuló el matrimonio alegando el parentesco de los cónyuges.

Tras la novela dedicada a Berenguela, Mañas buceará en otros episodios de la historia, porque da por cerrada su incursión en la Edad Media. Piensa recrear «momentos claves, a través de las figuras más relevantes, sin olvidar el mundo que le rodea.

El escritor madrileño que ha dado nombre a la ‘Generación Kronen’, participó el año pasado en el Palacio del Conde Luna en los Encuentros de Novela Histórica de León, donde habló sobre Pelayo y confesó que «respetando lo que se sabe de él, he buscado la mayor verosimilitud». Sin embargo, reconoció que le interesaba más la leyenda que la historia. «No pongo cifras en Covadonga. Lo importante es que es una batalla épica. Covadonga es la madre de todas las batallas españolas». Frente a los negacionistas, los historiadores que consideran cuestionable la existencia del considerado primer monarcas asturiano y minimizan la batalla de Covadonga como una escaramuza, el escritor madrileño ha optado por «la versión épica y glamurosa».

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