Los lesionados medulares complejos ya pueden rehabilitare en casa

Rosendo Haro está contento de haber recuperado parte de la movilidad perdida tras haber sufrido una compresión del canal medular cervical debida a un proceso degenerativo óseo, gracias una rehabilitación en casa con profesionales del Instituto Guttmann de Badalona (Barcelona).

El paciente es uno de los beneficiarios del Programa de Hospitalización a domicilio para pacientes con una lesión medular compleja del Instituto Guttmann, implementado en 2022 y que durante su primer año de vida ha atendido a 31 personas en su propia casa durante una media de cuatro meses.

Este octogenario paciente de Barcelona ha explicado a Efe el cambio que ha supuesto este proceso en su vida, que ha pasado, después su operación el pasado diciembre, de estar «el día en la cama y el sofá» y ser completamente dependiente, a poder usar el caminador por casa, salir a la calle acompañado en silla de ruedas y realizar acciones cotidianas sencillas.

Haro puede ahora gestionar sus dedos «dormidos», y volver a hacer algo aparentemente tan sencillo como coger «un tenedor, o una cuchara, o un vaso», gracias al trabajo realizado desde su propio hogar, acompañado desde enero de un terapeuta ocupacional y un fisioterapeuta.

Alternativa a la rehabilitación

El programa va dirigido a lesionados medulares complejos que, por distintas cuestiones, no pueden recibir un proceso rehabilitador óptimo en un hospital, para el que se realiza un tratamiento individualizado a domicilio con el objetivo de que el paciente pueda alcanzar la máxima autonomía posible.

Haro, que ha terminado ya el proceso rehabilitador domiciliario, tiene en casa varias herramientas de uso cotidiano, como una caja llena de arroz con dados, palos de madera y botones; y también cuenta en su hogar con otros objetos que han adquirido un nuevo uso y se convierten en indispensables para este proceso.

Entre las actividades que lleva a cabo el paciente en su domicilio, con el apoyo y acompañamiento del personal de Guttmann, destaca la atención fisioterápica, el enganchar pinzas en los bordes de una caja de cartón, o el buscar en el tarro de arroz con los ojos cerrados varios objetos que estos le piden que encuentre, guiándose únicamente por la sensibilidad de sus manos.