Vainilla con sabor a muerte en Busdongo
La ARMH exhuma los restos de cuatro hombres asesinados por fuerzas fascistas tras caer el Frente Norte en octubre de 1937
Monedas de la Primera República junto a los restos de un desaparecido en Busdongo. ÓSCAR RODRÍGUEZ
En un lugar de dulce nombre recibieron la muerte más amarga. Cuatro hombres de entre 18 y 65 años, vecinos de Busdongo y Casares de Arbas fueron asesinados en el paraje Valle Vainilla el mismo día en que se da por terminada la ofensiva de las tropas franquistas del general Aranda sobre el Frente Norte en su camino hacia Asturias. Era el 21 de octubre de 1937.
Elías Rodríguez Tascón y Pedro Suarez Arias, de 18 y 26 años, ambos de Busdongo, y Manuel Rodríguez Cañón y Florentino Martínez Cañón, de 38 y 65 años, y vecinos de Casares de Arbas. Dos labradores, un jornalero y un camarero. Son las cuatro personas que la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) buscaba en el paraje Valle Vainilla de Busdongo, en el municipio de Villamanín, por encargo de sus familiares. Los dos de Busdongo pertenecían a la JSU.
La exhumación empezó ayer a las nueve de la mañana y al poco rato aparecían las primeras balas y evidencias de restos humanos. Casquillos de una pistola del 9 largo y de máuser alemán y unas monedas de diez céntimos del Gobierno provisional de 1870, de la Primera República afloraron antes de que los dos primeros cuerpos salieran a la luz. A primera hora de la tarde salieron a la luz otros dos cuerpos. Las dos fosas se encuentran en la misma finca y se cree que puede haber otra, con uno o dos cuerpos. Los proyectiles encontrados no dejan lugar a dudas de que se trata de ejecuciones extrajudiciales y que no tienen que ver con las actividades bélicas.
Ha sido una exhumación exprés gracias a las indicaciones de las familiares. «Los datos que nos dieron han sido exactos», asegura Marco González, vicepresidente de la ARMH, que se encuentra el frente del operativo voluntario. Lorenzo Rodríguez, vecino de Casares de Arbas de 77 años, nieto de dos de los asesinados, Manuel y Florentino, asegura que una vecina fue testigo de los crímenes en esta finca situada detrás de lo que era el cuartel de la Guardia Civil y cerca del cementerio. «Había una casa pegada al cuartel y esta mujer vio cómo los sacaban por la parte de atrás y los mataron desde el balcón», aseguró el hombre.
Sus abuelos habían marchado a Asturias cuando llegaron las tropas franquistas y al caer el Frente Norte regresaron. «Habían llevado a los hijos y alguna vaca», relata. Cuando fueron detenidos en Busdongo, el 21 de octubre de 1937, delante de sus esposas e hijos, regresaban a casa. «Les pararon, les llamaron unos con una bandera de Falange y ya no volvieron... Hasta hoy», lamentaba el hombre.
Lorenzo Rodríguez se sumó a la petición para la exhumación que hizo Fernando, familiar de otro de los desaparecidos, y que ayer no pudo estar presente. «Me faltaba esto por hacer en la vida», aseguró Lorenzo con un sentimiento de satisfacción mezclado con la rabia de «¿por qué les mataron?».
Según los testimonios familiares, los victimarios fueron un vecino de Casares de Arbas y otro asturiano al que apodaban Matatín. Se calcula que pudieron ejecutar en aquellos días posteriores a la caída del Frente Norte a entre 20 y 30 personas. La ARMH investiga sendas fosas en Aralla y Poladura de la Tercia en las que habría enterradas 6 y 2 personas respectivamente.
El trabajo histórico de esta exhumación, que ha realizado el historiador Manuel Douton, cuyos trabajos arqueológicos dirige Xerxio Castro, deja constancia de que la zona sufrió episodios de represión de extrema violencia tras la caída del Frente Norte en el otoño de 1937. Casares de Arbás, Busdongo de Arbás y otros pueblos forman parte de este territorio del norte de León «donde los golpistas entran a sangre y fuego; asesinando y desapareciendo a todos aquellos vecinos sobre los que hubiese la más mínima duda, de haber apoyado al Gobierno legítimo de la República», explica la ARMH. La asociación realiza la exhumación con fondos propios de donaciones y socios al no ser partidaria del sistea de subvenciones.