Intento fallido del cohete Starship
La primera prueba de vuelo del gigante espacial gigante que promueve el empresario Elon Musk resulta negativa debido a que se congeló una válvula de presurización
Intento fallido. Este ha sido el resultado de la primera prueba de vuelo del cohete espacial más potente jamás creado. El Starship, un gigante de 120 metros de alto y nueve de diámetro creado por Elon Musk, no ha podido despegar por problemas técnicos. «Parece que una válvula de presurización se ha congelado», ha explicado el propio magnate en Twitter, que ha añadido que lo volverán a intentar en unos días. Previsto para las 15:20 horas de este lunes, el lanzamiento se ha detenido cuando apenas faltaban 40 segundos para que terminara la cuenta atrás. Este artilugio es clave para las futuras misiones de llevar astronautas a la Luna y a Marte.
En este primer vuelo de prueba, el último cohete desarrollado por Space X, la compañía del también dueño de Tesla y Twitter, tenía previsto partir desde la base de la empresa en el sur de Texas para recorrer los océanos Atlántico, Índico y Pacífico y terminará su recorrido en aguas de Hawai. 90 minutos tenía que tardar en completar esta ruta. El artilugio no solo rompe moldes por su tamaño o potencia, sino también porque las dos partes que lo componen, el propulsor y la nave espacial propiamente dicha- son reutilizables. Con ello se persigue abaratar costes. Musk ha llegado a afirmar que la nave podría lanzarse cada seis u ocho horas y el sistema de propulsión, cada hora.
33 motores Super Heavy es el nombre con el que ha sido bautizado este último. De 69 metros de altura, está formado por 33 motores alimentados con metano y se desgajará una vez fuera de la Tierra para caer en el Golfo de México. Las primeras pruebas de encendido tuvieron lugar el 9 de agosto del año pasado. Entonces solo entró en funcionamiento uno de ellos. En noviembre se encendieron 14 y hace poco más de dos meses, el pasado 9 de febrero, se encendieron 31 de los 33. Su potencia es cinco veces mayor que la del Falcon Heavy, el más potente hasta la fecha, que fue lanzado por el propio Musk en 2018. La nave propiamente dicha se llama Starship —por extensión, da nombre a todo el cohete—. Con 50 metros de altura y nueve de diámetro, en ella irían los tripulantes y la carga útil, si bien en esta ocasión irá vacío. Tras nueve intentos que terminaron con el artilugio destruido, la primera prueba de vuelo que terminó con éxito fue en mayo de 2021. Entonces se elevó diez kilómetros y logró aterrizar intacta. Cuando esté en órbita, será impulsada por seis motores preparados para funcionar en el vacío.