Mentes al vuelo
Treinta y dos usuarios del CRE Discapacidad y Dependencia de San Andrés del Rabanedo participan en la sexta edición de vuelo adaptado en el Aeródromo de la Virgen del Camino
Domingo Tejero sube al avión para participar en la actividad, con Vicente Cordier de piloto. FERNANDO OTERO
"Lo que más impacta es la sonrisa interior, la discreta, es muy bonito ver cómo se abren por dentro, disfrutan y se liberan del estrés". El presidente de Cielos de León, VIcente Cordier, pilotó esta mañana una de las dos avionetas que un año más, y van seis, sirvió para que treinta y dos personas con discapacidad física pudieran emprender un vuelo terapéutico.
Los usuarios, la mayoría repetidores, viven en el CRE Discapacidad y Dependencia de San Andrés del Rabanedo y, según dijo el subdelegado del Gobierno de León, Faustino Sánchez, se han ofrecido voluntarios para participar en una actividad que busca proporcionar a las personas con limitaciones unas experiencias terapéuticas, lúdicas y de motivación.
Domingo Tejero, usuario del CRE, acaba de bajar del avión ayudado por una grúa y el personal del CRE. Es el cuarto año que prueba la experiencia de volar, auque su día a día transcurre sujeto a una silla de ruedas. "Es una experiencia tan ta bonita, se ve todo tan bien desde arriba, que no daban ganas de bajar. El piloto me explicaba en todo momento todo lo que íbamos viendo". Y lo que se ve desde arriba es todo el paisaje de los términos municipales de León, San Andrés del Rabanedo y La Virgen del Camino. Veinte minutos en el aire descritos por todos los usuarios consultados como "alucientante", "una maravilla" y "indescriptible".
La idea de poner en el aire a las personas con discapacidad física fue de la Fundación Sillas Voladoras, que en el año 2016 decidió probar la experiencia en el CRE de León. "Lo que comenzó como una jornada de prueba se ha convertido en una actividad arraigada en el CRE porque se han comprobado todos los beneficios que tiene para los usuarios"