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Fominaya: «Hay muchas empresas que trabajan con el Musac en cada exposición»

El director del Musac se fotografía en este reportaje con Raquel Álvarez, técnico de Registro y Colección, y Mariano Román, coordinador del Mantenimiento.

Álvaro Rodríguez Fominaya, Raquel Álvarez y Mariano Román, en una de las instalaciones actuales del Musac. J. NOTARIO

León

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La cubierta del Museo de Arte Contemporáneo (Musac) no se ve desde el suelo. Es la parte técnica del edificio que más gustaba a los arquitectos de la obra, Luis Moreno Mansilla y Emilio Tuñón. Un mosaico romboidal que sólo es perceptible desde el cielo. Técnica pura convertida en poesía. La fachada de cristales de colores cierra un edificio abierto a la ciudad que distribuye el espacio en calles que se prolongan al exterior, una construcción para el arte contemporáneo considerada la mejor del mundo con el premio Mies van der Rohe en 2007, otorgado dos años después de su inauguración.

Pero como se lee en el soneto Si para recobrar lo recobrado escrito por Francisco Luis Bermúdez: «Porque después de todo he comprendido, que lo que el árbol tiene de florido, vive de lo que tiene sepultado», en el Musac caben muchos mundos y de su buen funcionamiento depende no sólo la batuta de su director, el canario Álvaro Rodríguez Fominaya, al frente del museo desde el año 2021, sino también de un equipo de ocho personas en plantilla y más personal de las empresas contratadas por licitación para determinados servicios para poner en marcha las exposiciones. Porque el Musac cambia con cada exposición. Una arquitectura sólida que se adapta con cambios efímeros. 

Fominaya es el quinto director del museo desde su apertura tras el manchego Rafael Doctor Roncero (2002-2009), Agustín Pérez Rubio (2009-2012), Eva González Sancho (2013) y Manuel Oliveira (2013-2021). Desde su inauguración, el museo ha organizado 276 exposiciones.

«Lo primero que hago cuando llego a las ocho de la mañana es mirar el e-mail y mantener los contactos con el exterior del museo, como son los comisarios, los artistas y la planificación de los proyectos a los que hay que hacer seguimiento e implementar futuras exposiciones con contactos externos. Las nuevas exposiciones se programan con mucha antelación. A media mañana hago una visita a las salas para comprobar que todo funciona correctamente». 

Álvaro Rodríguez Fominaya, Raquel Álvarez y Mariano Román, en una de las instalaciones actuales del Musac. J. NOTARIO

Para que todo «funcione correctamente» está en marcha desde primera hora de la mañana un equipo de personas que en su mayoría son caras visibles y conocidas por los visitantes que acuden con frecuencia al Musac. Auxiliares de sala, biblioteca, almacén, departamento de educación y acción social, comunicación, información, producción, conservación, registro, mantenimiento, seguridad... «todo tiene que funcionar correctamente», dice su director.

 Desde que se inauguró en 2005 hasta el 31 de diciembre de 2022, el museo recibido a 1.468.174 visitantes, de los que 50.985 corresponden al año 2022.

Para la realización de este reportaje, Fominaya ha elegido a dos personas de su confianza para que salgan en la foto. Mariano Román, coordinador de Mantenimiento, y Raquel Álvarez, técnico de Registro y Colección, dos de los trabajadores de su equipo que más trabajo ‘en la sombra’ realizan. Y ese el objetivo de este reportaje, ponerles cara. Él mismo ha elegido el espacio para las fotografías e incluso la disposición de las sillas en las que nos sentamos para la entrevista.

 «El trabajo de Mariano y Raquel tiene poca exposición pública, es menos visible, por eso los he elegido para que aparezcan a mi lado en esta foto, pero si el Musac funciona es gracias a la labor de todos sus trabajadores. La población tiene que saber que el Musac es muy importante para la ciudad».

Registro y Colección

Pocos museos de España tienen en su plantilla un especialista en Registro y Colección. El trabajo de Raquel Álvarez en el Musac es fundamental para gestionar que una colección de arte se verifique, se traslade y se difunda con seguridad. «De ella depende la certeza, los seguros y la seguridad en el transporte de las obras de arte», destaca Fominaya. Los museos organizan y colaboran de forma habitual en diferentes exposiciones, con intercambios, préstamos y traslados de otras de arte que necesitan un trabajo previo de mantenimiento y orden de las piezas. El registro aporta una identificación a las obras que permiten mantenerlas siempre localizadas y  con información accesible.

Todos los trabajadores del Musac comparten mesa en un espacio común, lo que hace que la organización transcurra de forma circular y transversal. «Lo primero que hacemos por la mañana todos es revisar los correos», explica Raquel Álvarez. «Las dinámicas de trabajo ya están establecidas y consultamos con el director las novedades o los cambios que no están en esa planificación».

Para cada nueva exposición que se organiza, Raquel se encarga de controlar la seguridad de las obras durante su traslado y montaje en las salas. «Hay un trabajo previo con muchos días de antelación, como son los seguros, los traslados para que las obras lleguen en tiempo y forma a lo que está establecido». 

Durante el montaje de las obras hay una persona experta en restauración que se asegura de que las condiciones climáticas y de seguridad del museo se cumplen. Este es un aspecto muy importante para los artistas y los directivos de los museos. La última palabra para la autorización de un préstamos de una obra a otro museo o cualquier gestión que no están en el plan establecido del trabajo diario la tiene el director. «Sólo rechazo la cesión de obras a otros museos si no están garantizadas las condiciones de seguridad. Si no cumplen los requisitos de conservación no autorizo préstamos», apostilla Álvaro Rodríguez Fominaya. 

«No todos los museos tienen a una persona técnico en Registro y Colecciones, como es el caso del Musac»

«Si surge alguna incidencia durante el montaje hay que gestionarla, pero tenemos muy pocas» como la caída de alguna obra durante el montaje o el despiste de los visitantes que las tocan o tropiezan con ellas. «Suele ser más frecuente el despiste de los visitantes. En cada sala hay vigilantes que controlan la seguridad». Y es que en el Musac a veces las apariencias engañan. «El público es respetuoso. Incluso hay obras que están pensadas para que la gente las toque e interactúen con ellas y no se atreven».

«El público tiene que saber que el Museo de Arte Contemporáneo es muy importante para la ciudad de León»

La responsable del Registro y Colección gestiona también todos los préstamos y cesiones del Musac a otras exposiciones de otros museos. «Nos piden obras para exponer en otros museos y el transporte tiene que ser seguro, lo que implica también un contacto directo con la Consejería de Cultura de la Junta de Castilla y León y el Ministerio de Cultura».

La colección del Musac suma 1.157 obras de 432 autores

La colección del Musac suma 1.157 obras de 432 autores. Además, están depositadas en el museo 291 obras de 128 artistas de la colección de Arte Contemporáneo de la Junta de Castilla y León y otras 39 obras de 33 artistas del Fondo de Reactivación Artística que la Junta de Castilla y León compró durante la pandemia del coronavirus.

En el último año se han prestado veinte obras a museos nacionales como el Museo Reina Sofía o el Centro de Cultura Contemporánea Conde Duque de Madrid, o internacionales en Reino Unido, Francia o República Dominicana. La programación de las exposiciones necesitan tanto papeleo y gestiones que Raquel está trabajando ahora mismo en un préstamo para una exposición que en junio del año 2024. De su mano están todos los detalles técnicos de las obras, identificación, documentación asociada a las piezas, certificados, facturas, seguros, condiciones específicas de conservación y organizar el espacio adecuado para su exposición al público.

Mantenimiento

Para poner en práctica parte de ese trabajo cuenta con la colaboración de Mariano Román «la persona que más tiempo lleva en el Musac y con más experiencia», como lo define el director.

Román ayudó a montar la estructura del Musac cuando comenzó su construcción. Entonces trabajaba en uno de los equipos especiales de la empresa de montaje que realizó este trabajo inicial y en 2007 se incorporó a la plantilla como profesional del Musac. Es el actual coordinador de mantenimiento. «Lo primero que hago al llegar es comprobar el e-mail y el control de la temperatura y la humedad del edificio». Todo tiene que estar según exige la conservación adecuada de las obras expuestas. «Tenemos una subcontrata que hace este mantenimiento y cada día nos dejan los informes y las posibles deficiencias que hay que solventar antes de abrir el museo».

El horario habitual del museo es de 11.00 a 14.00 horas y de 17.00 a 20.00 horas.  Los lunes cierra. Actualmente pueden visitarse las exposiciones individuales La equilibrista, de Teresa Burga; Anda-Ven-Vuela, de Menchu Lamas; y Concha Prada. Caso de estudio sobre la Colección Musac; y las colectivas Metanarrativas y Concretos.

Durante el último año, el museo ha renovado toda la iluminación del edificio de halógenos a luces led

Cuando se cierra el museo hay que hacer otro repaso a las condiciones de conservación. «Si hay problemas no sólo tenemos que actuar antes de abrir sino también después de cerrar». Todo lo que se ve en el museo debe estar en las condiciones óptimas para ser expuesto al público.

«Lo más complicado es la climatización de un edificio como este. Siempre hay que estar pendiente de la temperatura y las condiciones de humedad. Puede ocurrir que esas condiciones cambien de un día para otro porque en León las condiciones climatológicas exteriores cambian mucho». En condiciones normales, el edificio se mantiene a 20 grados y con una humedad de entre el 50% y el 55%. «El restaurador es el que determina la temperatura y la cantidad de luz que deben recibir las obras, que en cada una es diferente».

Mariano Román también se ocupa de que la instalación técnica y digital, como los vídeos y los audiovisuales, estén exactamente cómo el artista los ha pensado. «Este edificio tiene carencias de climatización y su mantenimiento es importante». Mariano es el apoyo diario de los trabajos de otros departamentos del Musac, como el departamento de comunicación, la biblioteca o la reparación de todo el edificio.

La instalación de las obras y los cambios necesarios para su exposición salen a licitación para que las empresas concurran. «Para la arquitectura temporal trabajamos con estudios concretos», explica el director del museo. «La arquitectura del edificio cambia con cada proyecto, como las rutas por las que pasan los visitantes. Ese trabajo se saca a licitación y hay proveedores con los que solemos trabajar. El visitante no percibe la cantidad de empresas que trabajan para pone en marcha cada exposición».

Desde que Fominaya asumió la dirección del museo se ha renovado todo el sistema de instalación de halógenos para pasarlos a  luces led. «Ha sido un trabajo que se sacó a licitación y nos ha llevado más de un año, con todo el aprendizaje para conocer el funcionamiento de la tecnología que nos permita tener los niveles de iluminación más adecuados para cada obra», asegura Fominaya.