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LA BUENA VIDA

Dos vidas en riesgo por dependiente

Atención Primaria investiga el impacto de los talleres grupales en el cuidador principal

Noemí Valcarcel, Mariana Raposo, Sonia Sarmiento, Ana I. Godos, Carmen Santamarta, Mónica Pacho, Belén Arias, Nohemí Villa, Paula Vidal, Ana M. Pérez, Noelia González y Marcia A. Sequeira, parte del grupo encargado de impartir los talleres de intervención grupal. En la foto faltan M. Luisa Busto, Irene Cordero, Ana I. Fernandez, Nuria E. González y Teresa Martínez, que también están en el grupo. FERNANDO OTERO

León

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Un grupo multidisciplinar, entre los que figuran numerosos profesionales de Atención Primaria, investiga el impacto de un programa de intervención grupal y comunitaria con metodología Metodología de procesos Correctores Comunitarios (ProCC) en el estado de bienestar y calidad de vida del cuidador principal de la persona dependiente. Lo que se pretende es realizar tanto el análisis de la situación del cuidador principal en su entorno, como el impacto que puede ofrecer en ellos un programa de intervención grupal comunitaria.

El Análisis del impacto del desarrollo de un programa de intervención grupal y comunitaria en el bienestar del cuidador principal en Atención Primaria, desarrollado por la enfermera Noelia González Marcos, enfermera del Centro de Salud de Astorga como investigadora principal, cuenta con la participación de un equipo de investigación multidisciplinar integrado Inés Casado Verdejo, profesora doctora de la Universidad de León, M. Nélida Fernández Martínez, profesora de la Universidad de León, Ana Isabel Godos Francisco, enfermera de la Gerencia de Atención Primaria de León, Ayelén Losada Cucco, terapeuta ocupacional del Centro Marie Langer, Teresa Martínez Rubio, trabajadora social de la Gerencia de Atención Primaria de León, Ana María Pérez Laorden, médica de la Gerencia de Atención Primaria de León. Mariana Raposo Rodríguez, trabajadora social de la Gerencia de Atención Primaria de León, y Marcia Alexandra Sequeira Cordeiro, enfermera de la Gerencia de Atención Primaria de León.

Además, hay un equipo detrás de 15 personas colaboradoras en cada uno de los centros implicados en el estudio que está formado por doce enfermeras, dos trabajadoras sociales y una médica de familia de la Gerencia de Atención Primaria de León «que se ofrecieron de manera voluntaria para impartir los talleres de intervención grupal a los cuidadores. Su participación ha sido clave e imprescindible en el desarrollo del estudio», asegura Noelia González. «Todas están ayudando en la captación del cuidador, en la cumplimentación de cuestionarios, en la impartición de talleres, en la organización de sesiones, entre otras cosas».

El estudio cuenta con el apoyo de la Gerencia Regional de Salud de Castilla y León a través de ayudas destinadas a proyectos de investigación en biomedicina, gestión sanitaria y atención sociosanitaria que contribuyen, entre otros aspectosl a fomentar la salud y el bienestar de la ciudadanía. Las conclusiones del estudio se analizarán a lo largo de 2023.

Los cuidadores principales que han participado en la investigación han sido captados en los centros de salud de Armunia, Astorga I, Astorga II, Cistierna, Cuenca del Bernesga, Ribera del Esla, Ribera del Órbigo y Valencias de Don Juan. «En estos momentos, inmersos en la primera fase del estudio, se está investigando a más de 200 cuidadores de personas dependientes del área de León, analizando aspectos como la sobrecarga y su salud desde una perspectiva de análisis biopsicosocial, además de aspectos sociodemográficos básicos, como edad, sexo y vinculación con la persona dependiente, entre otras cosas».

Los talleres grupales, incluidos dentro del estudio, se realizaron a más de un centenar de cuidadores durante los meses de febrero y marzo de este año. En su desarrollo se contó con la tutoriación del Centro Marie Langer, especialista en ProCC.

Grupo de trabajo

El estudio impulsó la constitución de un grupo de trabajo en la Gerencia de Atención Primaria de León, que nace con la vocación de ampliarse en un futuro a toda la provincia. «La búsqueda de cuidadores interesados en participar tanto en los talleres como en el estudio de investigación ha sido hasta ahora el momento más crítico del estudio. El gran compromiso e implicación del grupo de colaboradoras junto con el del resto de miembros del grupo de trabajo y de los profesionales de los centros de salud implicados, ha sido vital para la puesta en marcha de este proyecto de investigación». La investigadora principal acentúa que la intervención grupal comunitaria está dirigida a personas que cuidan a personas dependientes que necesitan ayuda para realizar actividades básicas de la vida diaria, como comer, asearse o vertirse. Esta intervención se realiza en seis reuniones de dos horas de duración una vez a la semana y está dirigido a grupos de entre 15 y 20 participantes.

«Es importante tener en cuenta cuál es la situación sociodemográfica en Castilla y León, que evidencia el incremento del número de personas susceptibles de necesitar cuidados para cubrir las necesidades básicas de la vida diaria».

La pirámide de la población en España en los próximos 30 años, marcada por el efecto babybommber, «representa el desequilibrio demográfico entre la población que provee el cuidado que principalmente son mujeres comprendidas entre 45 y 75 años —figura del cuidador principal— y el que lo recibe —persona dependiente—. Este es el principal reto al que se enfrentan los sistemas de atención a la dependencia en Europa».

Noelia González recuerda que España es un país «familista» y se estima que el entorno familiar aporta alrededor del 80% de los cuidados y servicios que necesita una persona dependiente. «Este rol del cuidador, en ocasiones puede producir una alteración de su salud biosicosocial y de su situación en el ámbito laboral».

¡

El estudio pretende analizar la situación del cuidador principal para mejorar su estado de bienestar y su calidad de vida. Busca identificar los procesos generadores de estrés en el cuidador y líneas de actuación que promuevan la autonomía tanto del cuidador como de la persona dependiente durante el proceso de envejecimiento o de su enfermedad. «Para el desarrollo del estudio ha sido una grata sinergia que la gerencia Regional de Salud haya puesto mayor énfasis a la línea estratégica de atención a la persona cuidadora, reforzando la orientación comunitaria la promoción de la salud y la prevención en Atención Primaria»,

«La sociedad en general y los profesionales de la salud en particular, a todos los niveles, debemos comprender la problemática social derivada del proceso de ‘envejecimiento del envejecimiento’ del aumento de la esperanza de vida y de las mejoras derivadas de los avances en la sanidad, que hacen suponer que la necesidad de proveer cuidados de larga duración a personas dependientes vaya en aumento».

Para la investigadora principal, es necesario invertir en realizar esfuerzos comunitarios, individuales y profesionales en cuidar al cuidador «como agentes proveedores de los cuidados dentro del ámbito familiar de la persona dependiente. Debemos darles visibilidad y el reconocimiento que se merecen dentro de la sociedad y proveerles de herramientas que favorezcan su autocuidado».