Paco Romo, el motor del Mocho del Bernesga
El colectivo cumple ocho años este domingo con una recogida especial y un premio de Participación Ciudadana
Paco Romo es un ciudadano corriente que siempre va en bicicleta y tiene la costumbre de llevar bolsas en su mochila por si hay algo que limpiar. Cuando paseaba con su perro Rabito por el entorno del río Bernesga en San Marcos aprovechaba para recoger los desperdicios que encontraban a su paseo. «Un día me vio un amigo, José Luis, y me preguntó qué hacía. Al poco tiempo se presentó en la Biblioteca Pública, donde trabajo, y me propuso que lo hiciéramos en grupo», recuerda.
Dicho y hecho. Romo propuso bautizarlo ‘Brigada del Bernesga’ y José Luis ‘ Amigos del Mocho ’. Triunfó el segundo nombre y el inventor de la iniciativa eligió el día. Desde entonces, y van ocho años, el primer domingo de cada mes, entre las 10.30 y las 12.00 de la mañana, se dan cita en la bolera de San Marcos. Unas 400 personas han participado en diferentes momentos del Mocho del Bernesga, aunque cada mes fluctúa el número del grupo. El que nunca falta es Paco Romo, el motor del grupo. Pero tampoco le dedica más de la hora y media mensual que tiene fijada. «A las doce les digo que tengo que ir a misa», dice jocoso.
No llevan la cuenta de los kilos y kilos de basura que durante más de 96 domingos han sacado de las márgenes del Bernesga. Pero a una media de 25 kilos por cada mes alcanzarían los 2.500 kilos. Dos toneladas y media de desperdicios, tirando hacia abajo, que la hacendera urbana ha retirado fuera de lo que es el paseo, donde actúan las brigadas municipales de limpieza.
«El Ayuntamiento de León limpia el paseo pero si un bote cae en las piedras, queda ahí», explica. En teoría es la zona competencia de la Confederación Hidrográfica del Duero, pero existe una controversia en torno a si esta zona, en paseos urbanos, también es de responsabilidad municipal.
«Me da igual a quien correponsa. A mí da satisfacción hacer esta pequeña aportación a mi ciudad y al río. Y las personas que vienen cada domingo se sienten contentas. Incluso algunas han replicado la iniciativa en playas o en otros lugares donde pasan una parte del año», apunta Romo.
Más de 2.500 kilos
En los 96 domingos de limpieza han recogido más de dos toneladas y media de basura en el río
El colectivo, que ya recibió un premio de Ecologistas en Acción por el Mocho del Bernesga, ha sido reconocido en los premios que entrega la Concejalía de Participación Ciudadana a entidades y asociaciones de la ciudad por su labor. Para conmemorar el octavo aniversario, el próximo domingo han convocado una hacendera especial. «Vamos a hacer una recogida específica de toallitas que aparecen sobre todo en la boca de este colector y luego se diseminan por todas partes», comenta señalando una de las tuberías que desembocan en el Bernesga a la altura de la bolera de San Marcos.
En la verja de hierro que da acceso al paseo por debajo del puente ya está colocada la nueva carta de presentación del colectivo para que el domingo haya la máxima participación: «Amigos del Mocho. El primer domingo de mes limpiamos el río Bernesga. Nos reunimos en la bolera de San Marcos a las diez y media. Ven, si amas la naturaleza, verás la belleza de esta acción. (Este 7 de mayo de 2023 hacemos el octavo aniversario)», Enhorabuena al grupo y felicidades al río (y a la ciudad).
Una hora y media al mes de hacendera urbana
El colectivo Amigos del Mocho ha recogido el espíritu de la hacendera milenaria de los pueblos leoneses, uno de cuyos cometidos estacionales era la limpieza de presas y otros espacios públicos, para trasplantarlo a la ciudad en pleno siglo XXI.
Conscientes que su labor es un granito de arena para las riberas del río y de sus límites se han puesto como objetivo cumplir el cometido una hora y media al mes y punto. Cada seis meses repiten el lugar donde limpian: 500 metros arriba y 500 metros abajo del puente de San Marcos por ambas márgenes del río Bernesga.
En ocasiones especiales, como el quinto aniversario, han organizado avistamientos de nidos y aves a las que también hacen un bien con su hacendera. Este año echan en falta la cría de muchos pájaros. No saben qué ha pasado.