Crece un 3.000% las llamadas a Anar de los niños con ideas suicidas
Nunca antes la Fundación Anar, que trabaja con niños y adolescentes, había recibido tantas llamadas de menores pidiendo ayuda porque la idea de quitarse la vida les rondaba por la cabeza. Hace casi 30 años, en 1994, Anar puso en marcha un teléfono de ayuda (el 900 20 20 10), y por vez primera en estas tres décadas, la conducta suicida encabeza los motivos de esas llamadas desesperadas buscando un bálsamo de auxilio.
Según el informe anual del teléfono/chat Anar de 2022 que se ha presentado este miércoles, en la última década las llamadas de los niños y adolescentes con ideas suicidas se han multiplicado por 35, con una tasa de crecimiento superior al 3.300% en estos diez años.
Salud mental
Por vez primera desde la puesta en marcha del teléfono, los problemas de salud mental superan a los de la violencia ejercida contra los menores en sus distintas manifestaciones. De hecho, representan casi la mitad de las consultas (el 45%), y dentro de este bloque, la ideación suicida se convierte en el principal motivo de llamada, con un 17,5% del total de peticiones de ayuda. «Tan solo el año pasado hemos atendido 7.928 consultas por ideación suicida e intentos de suicidio, que representaron 4.554 casos en los que Anar salvó la vida a niños, niñas y adolescentes», señalan los responsables de la fundación.
Le siguen los casos de autolesiones, que se han multiplicado por 45 en la última década, con una tasa de crecimiento de un 4.400%, pasando de 71 casos en 2012 a 3.243 en el año 2022. «Estos casos son un fenómeno íntimamente relacionado con los intentos de suicidio, por su alta probabilidad de desenlace fatal cuando los niños, niñas y adolescentes cambian de procedimiento», explican desde Anar.
A la conducta suicida y las autolesiones le siguen, en las llamadas al teléfono, las peticiones de auxilio por ansiedad, depresión y por trastornos de la alimentación, que se han incrementado un 291% con respecto a 2021.
Crecen significativamente los problemas de baja autoestima (+494% respecto al año 2021), obsesiones relacionadas con la autoimagen (+440%) y los complejos (+350%).